Nueve de cada diez niños en edad escolar no duermen las 10 horas recomendadas por los pediatras, lo que no solo disminuye su rendimiento en el colegio sino que también los expone al sobrepeso y la obesidad, aseguran los expertos. El 93,1% de las personas que han participado en la encuesta sobre ‘Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil’, elaborada por los laboratorios Cinfa Salud y avalada por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), confiesan que sus hijos duermen menos horas de las aconsejadas.
No dormir lo suficiente genera un desequilibrio en las hormonas que regulan el apetito, la leptina y la grelina, explican los médicos. La leptina, en concreto, es la sustancia que regula la saciedad en el apetito, y es la que más se ve afectada por la falta de sueño, ya que sus niveles se reducen. La grelina, la hormona que estimula el apetito, también sufre alteraciones si no se reposa lo necesario, aunque en este caso, el nivel aumenta.
Y no solo eso. Cada vez son más los profesores y responsables educativos que alertan de los problemas de concentración y de rendimiento intelectual que detectan entre sus estudiantes, sobre todo en la adolescencia, y que atribuyen directamente a la falta de sueño. El plan presentado en el 2013 por la Generalitat para reducir el fracaso escolar, de hecho, hace una referencia expresa a esta cuestión y responsabiliza de ella a las familias, a las que recomienda que velen por las 10 horas de descanso de sus hijos.
COMER MIRANDO LA TELE
El estudio de CinfaSalud destaca también que siete de cada diez niños españoles (71%) comen mientras miran la televisión o manipulan una pantalla táctil o el móvil, un hábito que los médicos también desaconsejan. El 5,2% de los encuestados aseguran que “siempre” comen delante de una pantalla; un 20,3% lo hace habitualmente y el 45,5%, a veces.
“El teléfono móvil, la televisión y cualquier tipo de pantalla táctil deben aparcarse durante la comida, porque impiden disfrutar de las texturas y sabores de los alimentos”, insiste Cristóbal Coronel, secretario y miembro del grupo de trabajo de Nutrición y Patología Gastrointestinal de la SEPEAP. “Además, estos dispositivos no permiten la conversación familiar y anulan cualquier posibilidad por parte de los progenitores de inculcar a sus hijos hábitos saludables a la mesa, que les ayuden a prevenir el sobrepeso y la obesidad o enfermedades crónicas de base nutricional en la infancia como la diabetes o la hipertensión”, agrega.
La investigación se ha basado en un cuestionario ‘online’ realizado a una muestra representativa de 3.000 mujeres y hombres de todas las comunidades autónomas con hijos e hijas de entre 6 y 12 años. “Los resultados del estudio indican que los progenitores españoles deben ser más conscientes de la necesidad de que sus hijos e hijas mejoren sus hábitos nutricionales, cada vez más alejados de nuestra dieta mediterránea de siempre”, concluye Eduardo González Zorzano, experto en nutrición del Departamento Médico de Cinfa.
De acuerdo con el estudio, los menores españoles no siempre siguen hábitos nutricionales saludables en el hogar. De entrada, porque ocho de cada diez (82,8%) no desayunan correctamente. “Esta primera comida proporciona al menor la energía necesaria para afrontar la primera parte de la mañana y contribuye al rendimiento escolar, por lo que debe cubrir al menos entre el 20-25% de las necesidades nutritivas de los niños", explica González Zorzano. El desayuno de un niño debe contener un lácteo, un cereal y una fruta, pero la investigación revela que solo uno de cada diez niños toma fruta en el desayuno (11,7%) y que únicamente el 17,6% bebe zumo natural.
DEMASIADA CARNE Y POCO PESCADO
Respecto a los alimentos que ingieren los escolares españoles, más de la mitad (51,9%) consume carne entre cuatro y siete ocasiones a la semana, aunque los expertos aconsejan hacerlo entre una y tres veces. Solo uno de cada cinco menores (21,3%) toman pescado con la frecuencia recomendada -más de tres veces a la semana-, mientras que tan solo un 12,1% come verdura en más de siete ocasiones semanales, como indican los nutricionistas. Además, solamente el 30,3% toma fruta con esta misma frecuencia.
En cambio, tres de cada cuatro niños toman chucherías alguna vez a la semana, mientras que solo uno de cada cuatro (25,5%) cumple con las recomendaciones de los nutricionistas y no las come nunca. También el consumo de comida rápida por parte de la población infantil sigue siendo preocupante, algo que hacen al menos una vez al mes ocho de cada diez escolares españoles (82%), a pesar de su escasa calidad nutricional.
El periodico
15/10/2016