La playa se convierte para los niños en un lugar mágico donde jugar con la naturaleza y estimular sus sentidos.Y es que la estimulación de los sentidos es fundamental para el correcto desarrollo del niño, ya que son la vía de entrada deinformación de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Gracias a ellos descubrimos, exploramos y conocemos el mundo que nos rodea y es importante que comencemos desde temprana edad. La playa es un espacio perfecto para despertar los sentidos, por eso dejar que desde bebés jueguen libremente (siempre con las medidas de seguridad oportunas) fomentará su estimulación sensorial, facilitando aprendizajes vitales, los cuales tienen lugar a través de la experiencia, la manipulación y experimentación.
En las Pitiusas, con ses Illetes, en Formentera, considerada la mejor playa de España, la segunda de Europa y la quinta mejor playa del mundo o las Platges de Comte, en Ibiza, valorada también como una de las mejores del continente, y con el buen clima del que disfrutamos en la isla, no podemos desperdiciar la oportunidad de estimular los sentidos en este paraíso. Cuando nuestros bebés comienzan a gatear, un mundo nuevo se abre ante ellos, y comienzan a explorar cada cosa que ven, probándolo todo, tocando, tirando, arrastrando€ Ganando autonomía y curiosidad a medida que su capacidad de movimiento y desplazamiento va ganando complejidad. Toda esta etapa hasta los 3 años de edad es clave en su desarrollo, y podemos aprovechar nuestras playas para ofrecerles nuevas propuestas de juego con los sentidos.
Además, en esta edad el lenguaje va apareciendo en todo su auge, aumentando su vocabulario e incluso con pequeñas frases e historietas, permitiéndonos ofrecerle también oportunidades para aprender nuevas palabras relacionadas con la situación, el entorno, los procesos naturales.
Os propongo unos juegos sencillos para estimular los cinco sentidos en la playa. Algunos de los juegos ya los conoceréis, por lo que nos sirven para refrescar ideas de juegos conocidos que a veces pueden quedar en el olvido, o para que os sirvan de pista para idear vuestros propios juegos.
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Jugamos con la vista:
Veo, veo, yo también. Estupendo juego para divertirte con tu pequeño mientras él pondrá en marcha la atención, concentración, vocabulario y discriminación visual. Diremos «veo veo€ un cubo» y ellos tendrán que buscarlo y encontrarlo para decir «Yo también» . Otra variante es el conocido «veo veo, ¿qué ves?», «una cosita€ que empieza por la letra/ color/ forma€», y que ellos busquen y averigüen qué cosa es.
En busca de la bandera. Podemos enseñarle a nuestro hijo que en la playa siempre hay una bandera que puede ser de color verde, rojo o amarillo. Aprenderá lo que es una bandera y poco a poco la reconocerá entre todas las cosas que hay en la playa. Al llegar a la playa cada día, nuestra mirada va en busca de la bandera para descubrir de qué color está ese día y aprovechar la ocasión para recordar los colores.
Jugamos con el oído:
Escuchando el mar. Tanto si estamos en una playa con poca gente como si estamos en una playa con mucho bullicio, podemos jugar a escuchar el mar. El juego es sencillo, solo hay que sentarse en la orilla y quedarnos en silencio.Tu hijo aprenderá a discriminar los sonidos y poco a poco logrará oír el mar. Quizás suene junto a las piedras de la orilla como en Cala Molí, o esté en silencio como en Cala Salada, o quizás escuchemos las olas en días de viento en ses Salines.
Sin duda, un sonido relajante que le ayudará además a calmarse en momentos de mucha agitación. Se puede utilizar como juego para bajar la activación de tu pequeño cuando queremos empezar a recoger para irnos de la playa o antes de comer. También podemos identificar aquellos sonidos que acompañan al mar, como los barcos, chapuzones, gaviotas, la gente, música, etc.
Sonajeros de playa. Para este juego podemos utilizar dos botellas pequeñas de agua o, si no tenemos, simplemente un cubo de hacer castillos. En uno introducimos arena fina y, en otro, conchas o piedras. Agitaremos el cubo o bien la botella como si de un sonajero se tratara. Jugará con ellos agitándolos y descubrirá los diferentes sonidos.
Jugando con el tacto:
Construcciones de arena. A tu hijo le encantará hacer castillos, diferentes moldes de peces o pulpos; hoyos, una muralla, presas, etc. Descubrirá con tu ayuda nuevas textura y efectos y características de la arena. Enséñale la diferencia entre la arena seca y húmeda, cuál se pega en las manos, con cuál se puede construir o la diferencia de color.
Dibujando con el cuerpo. Comprobarás como a los niños les encanta rebozarse en la arena, en pequeños charquitos o en la orilla, caminar descalzos o intentar coger el agua. El juego que os propongo se trata de dibujar en la arena. Dibujar con tu hijo de diferentes maneras, con todo el cuerpo, hacer dibujos con el dedo, dejar la huella de las manos o de los pies, hacer el ángel, dibujar con el rastrillo o con un palo, etc. Tu pequeño experimentará con todo el cuerpo a través del tacto y sin duda pasaréis un rato muy divertido. Además, podéis decorar los dibujos con piedras, conchas o plumas que encontréis.
Jugando con el gusto:
Agua salada. Cuando te bañes en el mar con tu hijo te darás cuenta que un día sacará la lengua y querrá probar el agua. Entonces no deberemos prohibirle que lo haga, le dejaremos que experimente un sabor nuevo. El agua salada. Compartiremos con él ese momento diciéndole que está salada y por eso sabe diferente a la que bebe en casa.
Descubriendo quéfruta comemos. Si comemos en la playa o merendamos, podemos jugar a descubrir qué fruta como. Con los ojos cerrados comemos una fruta y tenemos que descubrir qué fruta estamos comiendo. Podemos además aprovechar para introducir sabores nuevos con frutas del verano que aún no hayan probado como la sandía, la piña o el coco.
Jugando con el olfato:
¿A qué huele la playa? Identificamos los diferentes olores que podemos encontrar en la playa. Olemos el mar, la arena, las algas o nuestro cuerpo con crema de sol. ¿Hay quizás un chiringuito cerca que huela a comida?
Adivina a qué huele. Con los ojos tapados y sin tocar debemos adivinar a qué huele. Puede ser el zumo de la merienda, la crema de sol, el cubo con agua de mar o agua de beber.Nuestra atención se concentrará en el sentido del olfato para que este obtenga toda la información posible que nos haga adivinar la respuesta. Todos podemos jugary pasar un rato divertido.
¿Jugamos?
Diario de Ibiza
2/06/2016