La Unesco ha advertido que en algunos países esta lacra afecta al 85 % de los estudiantes LGTB, con consecuencias también en términos de fracaso escolar.
bullying En un informe mundial sobre las respuestas del sistema educativo a la violencia relacionada con la orientación sexual, la Unesco destacó que un 45 % de los estudiantes transgénero abandonan la escuela.
Ese acoso discriminatorio por razón de la identidad o la orientación sexual no afecta únicamente a los miembros de los grupos LGBT, sino que un 33 % de los otros estudiantes que "no se conforman a las normas de género" también son objeto de violencia homófoba, de acuerdo con los autores del estudio.
El informe, realizado con ocasión del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, sirve de base para una reunión de dos días de ministros de Educación que empezó hoy en la sede de la Unesco en París y que terminará con un llamamiento para afirmar su compromiso con "la educación de calidad para todos los estudiantes".
Sus autores hicieron hincapié en que la violencia homófoba y transfóbica tiene un impacto significativo en la educación, las perspectivas de empleo, la salud y el bienestar de los estudiantes".
A ese respecto, un 59 % de los encuestados en China dijeron que el acoso había repercutido de manera negativa en sus resultados académicos.
En Australia, se ha observado "un alto grado de correlación" con la falta de concentración en clase, con notas peores y con más ausentismo escolar.
Los alumnos víctimas de esa violencia presentan un estado de salud física y mental más frágil que la media, con mayor propensión al miedo, la depresión, las autolesiones e incluso el suicidio.
Así, en Bélgica, Holanda, Polonia y Estados Unidos los estudios realizados muestran que los estudiantes y jóvenes LGBT tienen entre dos y cinco veces más posibilidades de pensar en suicidarse o intentar hacerlo que los heterosexuales de su mismo grupo de edad.
Ante esa situación, la Unesco recomienda que el sector educativo sea respetuoso con los derechos, adopte una actitud participativa y tenga en cuenta el género, la edad y el contexto cultural.
Cáscara amarga
29/05/2016