Cuando hace dos años, la fundación Down Panamá en conjunto con Alida Gerbaud de Fábrega y la directora de teatro Hannia Woodman, sabían de que debían volver a presentar otra pieza teatral.
‘Hace más de dos años, Mirella Arias, de Down Panamá, me contacta porque quería hacer una obra con los chicos de la fundación. Así hicimos La cucarachita mandinga y ante el éxito y los entusiasmado que quedaron los chicos, decidimos hacer otra', recuerda Woodman, mientras peinaba a una de las actrices antes del estreno de Sin tu cariño .
¿Cúal? fue la pregunta que inquietó a la directora. Pensó que debía ser musical, porque a los chicos les gusta cantar y bailar; sin embargo su temor eran los derechos de esas obras, que suelen ser costosos y requieren de un montaje complicado.
Entonces, tras varias vueltas al asunto, decidió escribirla ella misma. Como a sus especiales estrellas les gusta la música tropical, puso su mirada en el prolífico repertorio de Rubén Blades.
‘Como a mi me gusta el álbum Siembra , me inspiré en algunas de sus canciones. Escribí todo el esqueleto del guión, pero luego decidí no escribir una palabra más, sino estaba segura que obtendríamos los derechos de las canciones', recuerda Woodman, mientras el elenco pasa por maquillaje y las chicas juguetean con sus pestañas falsas recién puestas.
Vino la labor de ubicar a Blades para solicitar los derechos. Una vez lo contactan, pensando en cuanto podrían negocias los derechos, Blades les dice que tienen carta abierta para usar sus temas totalmente gratis, excepto uno, ‘Sin tu cariño', justo el que le da nombre a la producción.
La canción, aunque escrita por el panameño, pertenece a la Fania All Stars; sin embargo Blades se ofreció a mediar para conseguir que pudieron usar la canción.
‘La historia va desde el momento en el que nacen, cuando los padres reciben la noticia de su condición', dice Woodman. ‘Resulta que las canciones de Blades embonaban perfecto con el tema'.
Las nueve canciones que componen la obra son ‘Nació mi niño', ‘Chica plástica', ‘Decisiones', ‘Buscando guayaba', ‘Pedro Navaja', ‘Dime', ‘Ligia Elena', ‘Madame Kalalú' y ‘Sin tu cariño'.
Luego de La cucarachita mandinga , los chicos recibieron clases de teatro por un año y medio, además de baile por parte de Meli Moreno, coreógrafa de Sin tu cariño , pieza que estará en el Teatro En Círculo hasta el 30 de abril.
Desde en enero, empezaron los ensayos propios de la obra y al mes siguiente, se integró el resto del elenco, compuesto por Paulette Thomas, Nilena Zisópulos, Luis Arteaga, Gloriana Reyes, Sebastián Paniza y Ramón Serrano.
En total, son 14 estrellas, seis actores profesionales, cuatro coros, cuatro bailarines, más el personal de apoyo y técnico, en el que también participan jóvenes con síndrome de Down.
AL ESCENARIO
Para Hannia Woodman toda la experiencia ha representado un gran crecimiento espiritual y se ‘arrepiente' de no haber trabajo anteriormente con personas con discapacidad.
‘Estos pelaos son lo máximo', dice la directora, quien los mira con emoción desde una rincón mientras se preparan para salir al escenario
Es entendible, pues en ese momento en el que esos especiales actores van entrando al backstage para el gran estreno de Sin tu cariño , saludan a todos con un beso, los conozcan o no.
De lado de la fundación Down Panamá, su presidenta Marta Vernaza reconoce el impacto positivo que ha tenido la primera obra y el documental Es tiempo de enarmorarse , que recientemente fue galardonado en el Festival de Cine de Panamá y retrata los pormenores del montaje de La cucarachita mandinga .
Vernaza reconoce que los proyectos han permitido una apertura hacia las personas con síndrome de Down e incluso ha permitido que las familias dejen de ‘esconder' a las personas que tengan esta condición y los padres sientan más confianza de salir con sus hijos.
‘Tenemos chicos que han crecido y madurado, y que viven el ser actor o bailarín. Es muy rico ver como han desarrollado sus habilidades en el teatro', menciona Vernaza, cuya hija -Karla- está entre los bailarines.
La directora de la fundación reconoce que, aunque hay más comprensión, falta mucho por hacer, sobretodo en las escuelas.
La estrella
30/04/2016