Álvaro, con síndrome de Down, jugó media parte con los alevines del Barça y media con los del Espanyol
Álvaro es el segundo hijo de los tres que tienen Vicente del Bosque y su mujer Trini López. El mayor se llama Vicente y la pequeña Gema. Álvarito nació en Madrid hace 26 años con síndrome de Down. Una de las imágenes que más se recuerdan de él fue en la celebración del Mundial de Sudáfrica del 2010, abrazándose con su ídolo Xavi Hernández.
Este domingo participó en el torneo de fútbol inclusivo celebrado en Santa Coloma de Gramenet, una iniciativa impulsada por la Fundación Itinerarium, que encontró el mejor escenario posible en el estadio de la Fundació Esportiva Grama, la admirable entidad presidida por Antonio Morales.
BALÓN CON CASCABEL
Santa Coloma vivió una mañana entrañable. Unos 80 chicos y chicas de categoría alevín (de 10 a 12 años) compartieron equipo con jóvenes con diferentes discapacidades: sordera, ceguera, movilidad reducida, dificultades intelectuales...
En el torneo participaron seis clubs: Barça, Espanyol, Fundació Esportiva Grama, Racing Vilassar de Mar, Pineda de Mar y Nàstic de Manresa. Cada equipo contó con ocho jugadores, cuatro de ellos con necesidades especiales, en un recinto cerrado sin fueras de banda y un balón con cascabel. «Queremos demostrar que todos son un equipo, que se pueden ayudar unos a otros porque el deporte es pasarlo bien, no es solo ganar», asegura Marc Vives, director de la Fundación Itinerarium.
EL DERBI MÁS EMOTIVO
La mañana se abrió con el derbi más emotivo. Con el Barça saltó al campo Álvaro del Bosque. Llevaba la camiseta culé y el dorsal 21, el que tenía Dani Jarque en el Espanyol. El hijo del seleccionador marcó el primer gol del partido al transformar un penalti.
En este tipo de torneo se premia con la pena máxima el hecho de que todos los jugadores del mismo bloque toquen el balón en la misma jugada. «¡Cuando se juega en equipo hay premio!», proclamó el 'speaker' en un estadio entregado.
"UNA BUENA PERSONA"
Alvarito no falló y el abrazo con todos sus compañeros fue genial. En las gradas, Vicente y Trini también disfrutaban. El técnico estuvo sensacional toda la mañana. Afable, cordial y paciente, se fotografió con todo el mundo. «Es una buena persona, un 10», decía una madre emocionada.
En el césped continuaba el partido, con momentos muy bonitos, como las jugadas de Ayelen, la chica ciega del Barça, o el penalti indirecto marcado por Buba, con parálisis cerebral, tras el pase de Anna Vives, la joven con síndrome de Down que diseñó la tipografía de las camisetas del Gamper. Vives se intercambió en el descanso la camiseta con Álvaro. Ambos jugaron media parte con cada equipo. El hijo de Del Bosque falló un penalti con el Espanyol. Su disparo se marchó alto, pero siguió peleando. Nunca perdió la sonrisa.
DÍA INOLVIDABLE
«Todos los chavales deben disfrutar de los beneficios del deporte y de sus valores, tengan las capacidades que tengan. Así tendremos una sociedad mejor», valoró Del Bosque.
«Estamos orgullosos de que esto sea una realidad. Ojalá tenga un largo camino», afirmó la alcaldesa Núria Parlon. «Ha sido muy bonito. El deporte une y mejora la integración. Esa fue siempre nuestra filosofía», agregó Morales. La piña final de todos los participantes puso el colofón a un día inolvidable.
El periodico
25/04/2016