La tecnología está basada en un movimiento involuntario ocular que ocurre cuando una persona cambia su atención visual cognitiva.
Braingaze, una spin-off de la Universidad de Barcelona, se ha marcado como objetivo para este 2016 iniciar la comercialización de su primer producto BGaze Child ADHD, una prueba que detecta el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños y niñas a partir de un videojuego. Para alcanzar esta meta, la empresa ha comenzado una ronda de crowdfunding de 200.000 euros dirigida a inversores en HealthTech y en ciencias de la vida mediante la plataforma de proyectos biotecnológicos Capital Cell.
La tecnología BGaze –de la cual Braingaze tiene la patente– permite detectar el TDAH gracias al análisis de un movimiento ocular involuntario, y se centra en la atención y las percepciones visuales. Hasta ahora el TDAH sólo se podía detectar a partir de la observación, las conversaciones y las entrevistas con psiquiatras, un proceso que puede durar de 4 a 6 horas distribuidas en varias sesiones. El sistema desarrollado por Hans Supèr iguala la precisión de diagnóstico del profesional clínico con una prueba de 15 minutos totalmente objetiva, no invasiva y fácil de usar. Esta tecnología, única en el mundo, está validada para uso infantil y adolescente (7-14 años), y actualmente se está validando para el diagnóstico del TDAH en adultos.
Aunque la primera aplicación clínica del sistema BGaze se centra en la detección del TDAH, Braingaze también trabaja en el diagnóstico de otras afecciones psiquiátricas, mediante por ejemplo una solución, en fase de validación, que detecta desarrollos cognitivos atípicos en bebés. La spin-off de la Universidad de Barcelona ve posible aplicar su tecnología en otros perfiles de enfermedades mentales variando el videojuego, y ya trabaja en la detección del autismo (fase de validación), de la dislexia (fase piloto) y de la enfermedad de Alzheimer (fase de exploración). La tecnología de Braingaze permite conocer en qué pone realmente atención nuestro cerebro, lo cual tiene una infinidad de aplicaciones en el mundo de la medicina, el campo del neuro-marketing o los videojuegos, entre otros.
Agencia
15/04/2016