"Al fin se hace justicia". Con estas palabras, el presidente de la Fundación Española de la Tartamudez, Adolfo Sánchez, acogió la decisión del Consejo de Ministros de eliminar la tartamudez del cuadro médico de causas de exclusión para el acceso al empleo público, como funcionarios o como miembros de las fuerzas armadas y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, trabajos a los que tenían vetado el acceso.
La decisión de eliminar estas trabas la tomó directamente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras mantener una reunión de tres horas con representantes de personas con tartamudez, en La Moncloa. Allí, fue informado por la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcárcel, de la discriminación histórica a la que se ha sometido a este colectivo, integrado por unas 800.000 personas en España. Asu vez, la Fundación Española de la Tartamudez entregó a Zapatero la convocatoria de más de un centenar de oposiciones de empleo público convocadas en estos días en los que se dejaba claro que las personas con tartamudez no podían optar a estos trabajos.
Fue el mismo presidente del Gobierno presentó al Consejo de Ministros la propuesta de eliminación de esta causa de exclusión laboral. Ahora, desde los departamentos competentes se promoverá la modificación de las normas reglamentarias y se aplicará esta medida en todas las convocatorias de pruebas selectivas para el acceso a cuerpos o escalas que se convoquen.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, calificó la situación de "discriminación injustificable" e indicó que lo aprobado "es el síntoma de un cambio hacia una mejor integración de las personas con dificultades para trabajar en igualdad, y promover la integración social y laboral". La tartamudez es una disfunción del habla sin impedimentos laborales y profesionales. "No es una enfermedad, ni un problema mental, sólo un trastorno del lenguaje", dijo Adolfo Sánchez, quien critica la estigmatización social de esta alteración de la fonación. "La gente desconoce la tartamudez, y que detrás de cada caso hay un ser humano. El problema es saber escuchar".
la vanguardia.es
27/10/2005