La voz es el medio de comunicación más directo para expresar pensamientos y necesidades.

Pero cuando esta se ve afectada por cambios bruscos de temperatura, alteraciones en el medio ambiente (contaminación), consumo excesivo de tabaco y alcohol, la voz sufre alteraciones de afonía y ronquera. Pero, ¿por qué sucede esto?, ¿es normal?

La voz se produce por la vibración de las cuerdas vocales al pasar por ellas el aire impulsado por los pulmones. Cuando existe un problema en las cuerdas vocales (músculos que se mueven en forma voluntaria), esta vibración es defectuosa y la voz sale con alteraciones: voz ronca, rasposa, apagada, entrecortada o en caso extremo, el nulo sonido de voz. Este cambio de voz anormal se conoce como disfonía.

La disfonía se describe como un trastorno en la calidad y cantidad de la voz, que hará que la misma se apague o se altere su timbre. Las causas que la originan son diversas; pero el principal problema radica que las cuerdas no puedan juntarse bien. La disfonía se divide en dos grupos: el primero las causas son por problemas orgánicos y el segundo, de origen funcional. La disfonía por causas orgánicas es provocada por malformaciones congénitas, problemas tumorales, neurológicos y trastornos musculares y traumatismos. El segundo grupo, al no haber daño físico y aun así se pierde la voz, se considera una causa psicológica. Científicamente, se creé que es tipo de trastorno en la voz ocurre por voluntad propia; por un daño emocional.

Existen seis tipos de disfonía orgánica más comunes:

1. Laringitis aguda. Es la causa más frecuente de disfonía y ocurre por una inflamación de las cuerdas vocales debido a una infección viral o a un uso excesivo de la voz.

2. Nódulos de cuerdas vocales. Aparecen en personas con un mal uso vocal, que hablan muy alto, durante demasiado tiempo, o con una mala técnica. Son frecuentes en profesores o niños que gritan mucho.

3. Pólipos de cuerdas vocales. Las causas son las mismas que para los nódulos, pero aquí el componente inflamatorio es mayor.

4. Reflujo gastroesofágico. El reflujo de material gástrico, sobre todo durante la noche, puede producir irritación de las cuerdas vocales y disfonía. Ocurre con mayor frecuencia en personas mayores. La disfonía es matutina y va cediendo a lo largo de la jornada.

5. Cáncer de laringe. Esta causa de disfonía justifica por si sola la identificación de otras causas de alteración de la voz aunque sean aparentemente banales. Hay que sospecharla sobre todo ante un paciente fumador. El tabaco es la principal causa de cáncer de laringe.

6. Parálisis de cuerdas vocales. Por afectación del nervio recurrente debido a cirugía del tiroides o compresión consecuencia de tumoraciones, o sin causa aparente.

7. Otras causas. Pueden ser también alergias o traumas de la laringe.

Los médicos especialista de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía Cabeza y Cuello AC., explican que cualquier tipo de disfonía que se padezca y duré más de dos a tres semanas y se tenga dolor de cabeza, tos con sangre, dificultad para tragar, una pérdida completa o severa de la voz es importantísimo acudir a tiempo con un otorrinolaringólogo para que determine las causas y el mejor tratamiento.

El tratamiento que se debe de llevar para solucionar una disfonía, varía; todo depende de las causas que originaron dicha alteración. En ocasiones con una simple revisión médica de la faringe, el especialista en otorrinolaringología puede determinar el tratamiento a seguir. En casos extremos, es necesario realizar estudios como endoscopia que permite generar imágenes más claras que permiten un análisis más extenso y una solución más específica.

La Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía Cabeza y Cuello AC, exhorta a la población a no pasar desapercibido cualquier alteración de la voz (ronquera, afonía e irritación), por más trillada que esta parezca. Por otra parte, otorga las siguientes recomendaciones para disminuir la posibilidad de alguna alteración en la voz:

1.Evitar forzar la garganta, es decir, todo grito que emitimos se debe sacar con el estómago y no con la garganta; esto puede ayudar a que no se desgastar las cuerdas vocales.

2. El reposo parcial de la voz.

3. Evitar el tabaco.

4. Evitar agentes deshidratantes como el alcohol o la cafeína.

5. Beber abundantes líquidos.

6. Humidificación del ambiente.

7. Evitar especias picantes.

8. No usar la voz durante demasiado tiempo y/o a gran volumen. Si usas la voz de forma profesional es conveniente recibir entrenamiento y el apoyo de un especialista de la voz. Evita hablar o cantar cuando tu voz esté dañada.

http://www.cronica.com.mx/notas/2015/934952.html
26/02/2016