Una historia de amor humano es el título de la exposición organizada en la Casa de la Cultura de la Villa de Moya por la joven de Voluntariado Europeo Smaranda Rutzui, en la que recoge las acciones que se desarrollan durante el año en el Centro Ocupacional del municipio norteño. Una emotiva muestra formada por los trabajos de pintura y murales realizados en el Taller de Arteterapia, por los diecinueve usuarios del centro moyense. La exposición permanecerá hasta el 4 de diciembre, con entrada gratuita.
"Utilizamos la música, el teatro y la pintura para el desarrollo personal y trabajamos con las emociones, con nuestros miedos, momentos de alegría, estrés y la relajación con los diferentes ejercicios" explica Samaranda Rutzui, quien imparte el taller cada martes y jueves desde el mes de febrero. La joven, procedente de Rumanía, periodista y especialista en arteterapia, se encuentra en la Villa de Moya gracias al proyecto comunitario Let's move the youth del programa Servicio de Voluntariado Europeo Erasmus +, con el que el Ayuntamiento moyense fomenta por segundo año consecutivo el intercambio cultural.
Un taller que va mucho más allá del entretenimiento de los chicos del centro, afirma Rutzui, quien se muestra orgullosa de los resultados obtenidos. "Los cambios son evidentes y algo ha cambiado con el taller", asegura, "pues hay personas que al principio miraban al suelo y no expresaban sus emociones ni empatizaban con sus compañeros, sólo destacaban aspectos negativos de ellos y ahora hablan todo el día y les muestran cariño".
Lo hacen a su manera, empleando el lenguaje corporal pero también las palabras para expresar el amor que llevan dentro. "Y es muy importante que personas que pasan gran parte del tiempo en su mundo interior, que lleguen a expresar así sus emociones" prosigue Smaranda, quien se emociona al explicar que "cada vez que voy al centro aprendo algo nuevo, nada se repite, son personas que tienen mucho que ofrecer a la gente, aunque no siempre se está dispuesto a escucharles".
Durante el Taller de Arteterapia, los chicos realizan actividades como describir con adjetivos positivos y mostrarles cariño a sus compañeros, adivinar objetos a través de los olores o dibujar aquellas cosas que les hace felices. "Estos ejercicios les ayudan a permanecer en el presente y no pensar en el pasado ni inquietarse por el futuro, y así al final del día vuelvan a casa sin estrés, frustaciones ni ansiedad". De esta forma, concluye la joven, "cambiamos nuestra relación con el mundo que nos rodea y, sobre todo, cambiamos cosas en nuestro interior".
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12/12/2015