Un centenar de adultos participan en el Programa de voluntariado educativo para la lectura que ayuda a los niños a entender mejor y a disfrutar los libros

Marta y Doha se acaban de conocer en la Biblioteca Artur Martorell y, juntas, leerán algunos libros. Ambas, Marta como voluntaria y Doha como alumna, participan en el Programa de voluntariado educativo para la lectura, que tiene como objetivo ayudar a niños de entre 7 y 9 años a entender mejor los libros y a disfrutarlos.

“Cuando era pequeña mi padre me leía mucho; en cambio, con mi hermano pequeño no lo pudo hacer tanto. Ahora a mí me gusta mucho leer y a él nada, y supongo que por eso creo que es importante fomentar la lectura desde la infancia”, explica Marta, una técnica de teatro que asegura que es voluntaria para intentar transmitir la pasión por la lectura a los pequeños.

En el programa participan 510 alumnos de 4 distritos de la ciudad y colaboran más de 100 voluntarios, que saben cómo motivar a los pequeños para que lean. Lo primero que hacen es elegir un libro que les guste, una manera de hacerles despertar el deseo literario, y después, durante 30 minutos, los ayudan a leer el libro de manera personalizada.

Contar historias

Una vez terminado su turno quincenal de lectura individual, los niños van a la biblioteca para reunirse con otros niños y monitores. Entonces, divididos en grupos de 7 u 8 alumnos, leen libros y los comentan conjuntamente, mientras realizan ejercicios de memoria, narrativa y comprensión lectora.

Además, cada semana, uno de los alumnos se lleva una bolsa llena de libros para leerlos en casa con sus padres. “De forma periódica mantenemos contacto con los padres para que conozcan bien nuestra tarea y que se impliquen en el objetivo de hacer que sus hijos lean, a través del placer”, explica Ildefonso Rodríguez, coordinador del programa.

elPeriodico
22/11/2015