El proceso de desarrollo físico, cognitivo y emocional de los bebes es complejo y lento. Cada niño tiene su propio ritmo y lo único que podemos hacer como madres para ayudarlos es brindarles una correcta estimulación.
Diferentes estudios han destacado la importancia de la estimulación multisensorial. Lo que el bebe come, huele, siente, toca y oye tiene un efecto inmediato en el crecimiento de su cerebro y, con una buena estimulación, ayudamos a que desarrolle todo su potencial.
«Los niños que son estimulados de esta forma tienen una tendencia a convertirse en adultos con más confianza y mejor autoestima. Esto tendrá un impacto importante en la forma en que van a relacionarse socialmente y cómo enfrentarán los conflictos», refiere la pediatra Sabrina Battistella.
¿Cómo estimular cada sentido?
1. Visión. Aunque la agudeza visual del bebe es limitada, jugar con espuma y burbujas de jabón mientras lo bañas, ayuda a desarrollar su coordinación y le enseñan la relación entre acción y reacción. Esconderte debajo de una manta y aparecer luego, estimula su curiosidad, tanto como ponerlo frente a un espejo.
2. Oído. Los bebes que están expuestos a conversaciones desde pequeños demuestran un vocabulario más amplio a los 2 años. Además, está demostrado que estimularlo con canciones mientras lo bañas o lo arrullas, estimula partes del cerebro vinculadas con la memoria. Contarle cuentos contribuye también con este desarrollo y beneficia su futura comprensión lectora.
3. Olfato. Es el primer sentido que se relaciona con la memoria y a través de él los bebes pueden reconocer a su madre. Está comprobado que los aromas familiares y agradables mejoran el estado de ánimo del bebe y que el 25% de aquellos que durante el baño usan productos con fragancia, lloran menos antes de dormir.
4. Gusto. A partir de los 6 o 7 meses los bebes utilizan la boca como herramienta de exploración y está probado que estos niños, que han experimentado con diferentes texturas y sabores, tienen menores problemas de alimentación y adaptación.
5. Tacto. Los bebes que son estimulados con una rutina de caricias y masajes experimentan un mejor desarrollo cognitivo. Además, descansan mejor, tienen menos trastornos de sueño, desarrollan su autoestima y su capacidad de relacionarse con los demás y son 50% más propensos a hacer contacto visual
http://elcomercio.pe
20/11/2015