La identificación e intervención de una persona con dislexia en o antes del primer grado de primaria podría corregir la discapacidad del aprendizaje al punto de que en el futuro podría llegar leer como cualquier otro adulto típico, según un reciente estudio de investigadores de la Universidad de California (UC) en Davis.
El estudio, que arroja resultados similares a otros del mismo tipo, reitera que la clave para tratar la dislexia es la identificación e intervención temprana, y que esperar hasta, por ejemplo, el tercer grado para comenzar a tratar a un menor con la discapacidad podría tener consecuencias irreversibles.
La dislexia es un trastorno neurológico y es una de las más comunes discapacidades del aprendizaje (DA). No es un síntoma de poca inteligencia o de pereza.
Algunas personas con dislexia pueden tener problemas con la lectura y la ortografía, mientras que a otras les resulta difícil escribir, o distinguir la izquierda de la derecha. Esos problemas más adelante obstruyen el desarrollo de habilidades lingüísticas complejas, tales como la gramática, la comprensión de textos, y la escritura en más profundidad.
Según el estudio, publicado en The Journal of Pediatrics, "la persistente brecha académica plantea serias consecuencias para los lectores disléxicos, incluyendo menores índices de graduación de secundaria, mayores niveles de desempleo y menores ingresos por los bajos niveles de educación universitaria alcanzados".
"Si vamos a estrechar, o incluso cerrar, la persistente brecha académica entre disléxicos y lectores típicos hay que implementar intervenciones en lectura desde temprano, cuando los niños aún están desarrollando los fundamentos básicos para la adquisición de la lectura", dijo en un comunicado Emilio Ferrer, uno de los autores del estudio y profesor de psicología de UC Davis.
En el estudio los investigadores les dieron seguimiento anualmente a un grupo de estudiantes desde el primer grado hasta el duodécimo, y hallaron que "comparados con los lectores típicos, los lectores disléxicos, tan temprano como en el primer grado, tienen menores calificaciones en lectura y en IQ verbal, y sus trayectorias a través del tiempo nunca convergen con las de los lectores típicos", dice el reporte.
"Esos resultados demuestran que tales diferencias no son resultado de discrepancias cada vez mayores a través del tiempo, si no porque las diferencias entre los lectores típicos y disléxicos ya están presentes en primer grado", indica el estudio.
Los investigadores reiteraron que los efectos de la dislexia se pueden minimizar y hasta desaparecer, entonces, con "programas efectivos de lectura desde tan temprano como el kinder y quizás hasta preescolar".
Univision
11/11/2015