Un chico al que no le interesa leer ni escribir, que es inteligente y que sin embargo saca malos resultados y que parece vago e inmaduro. Esta podría ser la descripción de un alumno que llega a Secundaria sin que nadie antes haya detectado que, en realidad, tiene un problema de dislexia que le impide tener una comprensión lectora adecuada. Tras la dislexia, que afecta a 1.800 escolares diagnosticados en la Región, se esconde buena parte del fracaso escolar.
La detección precoz es fundamental y para conseguir que los maestros puedan ver las primera señales de alarma desde la etapa infantil la consejería de Educación ha elaborado una guía para que todos los profesores sepan cómo identificar y cómo tratar a un alumno con este problema.
La velocidad de lectura de palabras por minuto –que debe evolucionar con la edad–, la confusión de términos o las dificultades para comprender un texto, son señales de alerta que los maestros pueden ver para avisar cuanto antes a los equipos de orientación, que son los que diagnostican y determinan si deben hacerse adaptaciones personalizadas en función del grado de dislexia que tenga el menor.
La guía fue presentada ayer por la Consejera, María Isabel Sánchez Mora, y la directora general de Atención a la Diversidad, Ana Millán.
Ambas explicaron que esta guía es una herramienta fundamental y que probablemente hará que afloren muchos más casos de niños y niñas con problemas de lectoescritura y se podrá prevenir así el fracaso escolar.
Además de las señales, la guía, que recibirán todos los centros escolares, también incluye indicaciones de cómo actuar en clase con estos niños y evaluarlos para que puedan aprender al mismo ritmo que sus compañeros.
No tener en cuenta faltas de ortografía, dar más tiempo para las tareas y potenciar que se expresen de forma oral son algunas de las recomendaciones.
La guía ofrece una respuesta por primera vez a los profesores que no saben cómo intervenir con niños con dislexia en colegios bilingües. Para ellos se recomienda no presionar demasiado para que dominen el idioma en los tres primeros años de Primaria. Se trata de hacer más flexibles las evaluaciones y potenciar un método de aprendizaje más natural del idioma.
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29/10/2015