En algunas personas ancianas, una pérdida de peso de causas inexplicables podría ser un indicador de que se encuentran en fases tempranas de la enfermedad de Alzheimer, según muestra un estudio publicado en "Neurology" por investigadores del Centro Médico de la Rush University (Estados Unidos).
Analizaron datos de 800 monjas, sacerdotes y frailes, todos ellos con ligero sobrepeso de media. Una pérdida de peso de una unidad de índice de masa corporal (IMC) -alrededor de 2 kg- se asoció a un incremento del riesgo de Alzheimer del 35% al cabo de un año.
Cuando comenzó el estudio, ningún participante presentaba demencia y su IMC medio era de 27,4. A lo largo de la investigación fueron diagnosticados de Alzheimer 151 participantes (18,4%).
Neurology 2005;65:892-897
21/09/2005