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Loa síntomas del TEL son graves y más persistentes que los del retraso del lenguaje y requieren de una intervención más prolongada y exhaustiva.
Alteración de las funciones del sistema estomatognático: respiración, succión, deglución, masticación y fonoarticulación: Muchos niños presentan disfunciones del sistema estomatognático: respiración, succión, deglución, masticación y fonoarticulación, que deben ser tratadas por un logopeda especialista en motricidad orofacial. Las disfunciones orofaciales más frecuentes son la respiración oral, deglución disfuncional, lengua descendida y adelantada, frenillo lingual corto, hábitos de succión lesivos como morder objetos o morderse las uñas, trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), etc.
En el área de la motricidad orofacial el logopeda debe trabajar en equipo junto con otros profesionales, fundamentalmente otorrinolaringólogos, odontopediatras y ortodoncistas.
Tartamudez o disfemia: Se trata de un trastorno de la comunicación que afecta a la fluidez del habla y que puede provocar disfluencias consistentes en repeticiones de sonidos (“p..p..p..papá”), sílabas (“mi..mi..mi..mío”), palabras (“pero..pero..pero dámelo”) o frases, prolongación de sonidos (“eeeeeese niño”), bloqueos (“mi padre {silencio}……se llama Juan) o segmentación de palabras (“vamos to...dos a casa”). Las disfluencias pueden ir acompañadas de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Ellas son la expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos, psicológicos y sociales.
La evolución del trastorno es muy variable y puede pasar por ciclos de mejora y empeoramiento. Es habitual que los niños pequeños, entre 2 y 5 años, no tengan una fluidez total en el habla hasta que aprenden a organizar las palabras y las frases. Sin embargo, hay que ser conscientes de que las disfluencias del niño pueden ser atípicas, por lo que es imprescindible diferenciarlas de las más corrientes para tratarlas lo antes posible.
La detección temprana o precoz de la tartamudez es vital para el futuro del niño, por lo que es muy importante realizar una consulta preventiva con un logopeda especializado y no esperar, ya que cuanto más cerca del inicio del síntoma se intervenga, mejor será el resultado.
Disfonías: Son muy frecuentes en la edad escolar, sobre todo en las etapas de Educación Infantil y Primaria, en las que es común que los niños griten excesivamente, atraviesen frecuentes resfriados, llantos, juegos ruidosos, etc. Las disfonías pueden afectar a cualquiera de los parámetros de la voz: intensidad, tono, extensión tonal, duración, etcétera, siendo la más frecuente la afectación del timbre, cuando se dice que la voz es ronca, áspera o soplada
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20/08/2015