Montar a caballo puede ser un estímulo para mejorar la autoestima de las personas con algún tipo de discapacidad. Al menos, eso piensa la asociación para la integración Albasur de Priego de Córdoba, que ha puesto en marcha por segundo año consecutivo el programa de hipoterapia. La yeguada de Azores ha sido el lugar escogido para desarrollar las prácticas con los equinos. Según la psicóloga de Albasur, Laura Matas, han participado un total de 40 discapacitados repartidos en turnos 45 minutos y en grupos de dos personas.
La práctica con caballos genera numerosos beneficios en las personas con discapacidad, tanto físicos como psicológicos. En este último punto, la psicóloga indica que lo que más aumenta en los usuarios es la autoestima, "son más autónomos, más independientes y ganan seguridad en sí mismos". La terapia no se reduce a montar sólo a los animales, sino que los alumnos realizan diversos ejercicios con brazos y piernas y se les indica cómo deben colocar la espalda para evitar lesiones. Los que no pueden montar alimentan a los caballos y visitan los potros y yeguas.
Un médico es el encargado de examinar a los usuarios y determinar quien puede montar a caballo y para quien no es aconsejable esta práctica. Los más afortunados se suben sin dudarlo, según Inmaculada Escudero, monitora de equitación terapéutica. Pero la terapia no se reduce a montar el caballo. Al mismo tiempo, los alumnos realizan diversos ejercicios con los brazos y piernas, se les da indicaciones sobre cómo deben posicionar la espalda para evitar lesiones, y se les enseña a dar órdenes al animal. Toda una terapia.
Diario de Cordoba
19/08/2005