El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente que afecta de 3 a 7 por cada 1000 niños de 7 a 16 años de edad. Las cifras no son exactas, pero se reconoce que es un trastorno que afecta más frecuentemente a los niños que a las niñas.
El niño que padece síndrome de Asperger tiene un aspecto o normal e inteligente. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás niños o adultos y, en ocasiones, presentan comportamientos inadecuados.
También, pueden mostrar retrasos en el desarrollo motor y comportamientos físicos inusuales como:
- Retardo en ser capaz de montar en bicicleta o no tiene destreza para atrapar una pelota.
- Torpeza al caminar o realizar otras actividades.
- Comportamientos repetitivos en los cuales algunas veces se lesionan.
- Aleteo repetitivo con los dedos, contorsionarse o movimientos de todo el cuerpo.
- Tiene problemas para vestirse. Le cuesta abrocharse los botones y cordones de los zapatos.
- Fija su atención hacia un tema concreto, incluso, de manera obsesiva.
- También se encontrará afectado, de manera variable, en sus conexiones y habilidades sociales, y en el comportamiento con rasgos repetitivos y una limitada gama de intereses
Características sociales:
- Se relaciona mejor con adultos que con los niños de su misma edad.
- No disfruta normalmente del contacto social.
- Tiene problemas al jugar con otros niños.
- Quiere imponer sus propias reglas al jugar.
- No entiende las reglas implícitas del juego.
- Quiere ganar siempre cuando juega.
- Prefiere jugar sólo.
- No le gusta ir al colegio.
- No se interesa por practicar deportes en equipo.
- Cuando quiere algo, lo quiere inmediatamente.
- Tiene dificultad para entender las intenciones de los demás.
- Tiene poca tolerancia a la frustración.
- Le cuesta identificar sus sentimientos y tiene reacciones emocionales desproporcionadas.
- Llora fácilmente por pequeños motivos.
- Cuando disfruta suele excitarse: saltar, gritar y hacer palmas.
- Puede realizar comentarios ofensivos para otras personas sin darse cuenta.
- No tiene malicia y es sincero.
Características de comunicación:
- No suele mirar a los ojos cuando se le habla.
- Se cree aquello que se le dice aunque no sea cierto.
- No entiende las ironías ni los sarcasmos.
- Habla en un tono alto y peculiar.
- En ocasiones parece estar ausente, absorto en sus pensamientos.
- Habla mucho.
- Le cuesta entender una conversación larga.
- Cambia de tema cuando está confuso.
Habilidades de comprensión:
- Tiene dificultad en entender una pregunta compleja y tarda en responder.
- A menudo no comprende la razón por la que se le riñe, se le critica o se le castiga.
- Tiene una memoria excepcional para recordar datos, como fechas de cumpleaños, hechos y eventos.
- Aprende a leer solo a una edad temprana.
- Demuestra escasa imaginación y creatividad.
- Es original al enfocar un problema o al darle una solución.
- Tiene un sentido del humor peculiar.
- Presenta problemas de atención.
Intereses específicos:
- Encuentra cierta fascinación por algún tema en particular y selecciona con avidez información o estadísticas sobre ese interés.
- Ocupa la mayor parte de su tiempo libre en pensar, hablar o escribir sobre su tema.
- Suele hablar de los temas que son de su interés sin darse cuenta si el otro se aburre.
- Repite compulsivamente ciertas acciones o pensamientos.
- Le gusta la rutina. No tolera bien los cambios imprevistos.
- Tiene rituales elaborados que deben ser cumplidos. Por ejemplo, alinear los juguetes antes de irse a la cama.
Habilidades de movimiento
- Posee problemas de motricidad fina, se refleja en la escritura.
- Posee una pobre coordinación motriz.
- No tiene destreza para atrapar una pelota.
- Tiene el niño un ritmo extraño al correr.
- Tiene problemas para vestirse.
- Le cuesta abrocharse los botones y cordones de los zapatos.
- Dificultades en actividades de educación física.
Otras características:
- Miedo o angustia debido a sonidos ordinarios, como aparatos eléctricos.
- Llevar determinadas prendas de ropa.
- Ruidos inesperados.
_ Miedo a lugares ruidosos y concurridos.
- Tiene una tendencia a agitarse o mecerse cuando está excitado o angustiado.
- Falta de sensibilidad a niveles bajos de dolor.
- Muecas, espasmos o tics faciales extraños.
Diagnóstico:
El médico buscará un grupo básico de comportamientos que le ayude a diagnosticar el síndrome de Asperger:
- Contacto ocular anormal.
- No responder al ser llamado por su nombre.
- Incapacidad para usar gestos para apuntar o mostrar.
- Falta de juego interactivo.
- Falta de interés en los compañeros.
Los síntomas pueden ser notorios en los primeros meses de vida. Los problemas deben ser obvios hacia la edad de 3 años.
Se debe realizar exámenes físicos, emocionales y cognitivos para descartar otras causas y buscar signos de este síndrome con mayor cuidado.
Por otro lado, el niño con síndrome de Asperger posee una comprensión muy ingenua de las situaciones sociales. La mala adaptación que presenta en los contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que le crea la exigencia de las relaciones interpersonales. A pesar de sus dificultades, el niño con este síndrome es noble y bondadoso.
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12/06/2015