Se podría decir que su visita es uno de los grandes acontecimientos de la semana. Una vez cada siete días, la residencia de mayores de Estadilla disfruta con la llegada de perros adiestrados como terapia especial para enfermos de alzhéimer.

La fundación Sanesval ha puesto en marcha esta iniciativa que, durante los próximos tres meses, disfrutarán 12 pacientes, que trabajarán diferentes aspectos de su cuerpo y de su mente junto a perros adiestrados para esta labor. "El objetivo de esta actividad, que se realiza en la misma residencia, es aumentar la estimulación sensorial, mejorar la percepción espacio-tiempo y la motricidad, aumentar la memoria, mejorar el lenguaje y la concentración, estimular la confianza con sus compañeros y los profesionales y, por último, desarrollar la participación activa", explica la presidenta de la fundación, Mamen Escofet.

Los enfermos que participan se encuentran en diferentes etapas del alzheimer, desde el nivel uno de demencia hasta el siete. "De esta manera podrán ver cómo se mejora según el grado de cada uno", explica.

En la actualidad, el uso de animales con fines terapéuticos es cada vez más frecuente a medida que se van realizando estudios para constatar los numerosos efectos beneficiosos del vínculo entre el ser humano y los animales. De hecho, la fundación ya llevó a cabo esta experiencia el año pasado a través de dos programas que funcionaron a la perfección. "Eran talleres de terapia con perros adiestrados, pero fue más como terapia de ocio y entretenimiento, con todos los pacientes y de todas las patologías, que disfrutaron mucho", subraya Mamen, que, debido a la buena aceptación, decidió dar continuidad a esa terapia y estudiar más profundamente los efectos positivos que ejercen en los pacientes con patologías concretas."Planteamos terapias personalizadas con cada paciente. trabajando Psicomotricidad, área cognitiva y área socioafectiva. En todas ellas nos planteamos objetivos a conseguir con cada paciente y al terminar la terapia, podremos ver los resultados".

Pero ¿por qué pacientes con alzheimer?. La iniciativa considera que es una enfermedad que debído a su complejidad a nivel cognitivo permite trabajar mejor las emociones, ya que los perros "no hablan pero dan mucho, sin esperar nada a cambio", resalta la presidenta de la fundación. Además, su presencia permite que los pacientes cuyo grado de enfermedad provoca que se cansen de las sesiones a los primeros minutos, aguanten mucho más. "No logras mantenerlos quietos, pero con esto conseguimos que aguanten los 45 minutos. Todo un logro", dice Mamen.

Los ancianos son colores. Uno es el rojo, otro el amarillo, otro el azul y la terapia obliga a recordar qué color corresponde a cada uno, así como el nombre del perro. "Pero no es solo la sesión del día, sino que, desde la primera a la segunda, se sigue trabajando con auxiliares sanitarios".

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2/05/2015