El diagnóstico precoz de los problemas auditivos es fundamental para evitar problemas del desarrollo del lenguaje. El Hospital de Fuenlabrada, en Madrid, ha iniciado un programa de detección precoz de la sordera en todos los niños que nacen en su área. Si el recién nacido es sordo se sabe entre el segundo y el tercer día de vida.


El Hospital de Fuenlabrada, en Madrid, ha puesto en marcha un programa de cribado auditivo universal que se lleva a cabo a todos los recién nacidos de su área de asistencia. Teresa Rivera, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del citado centro, ha comentado a Diario Médico que el programa es universal, "puesto que si sólo se hace a los niños con factores de riesgo se escaparían el 50 por ciento de los que tienen sordera sin sospechas asociadas".

El objetivo fundamental es detectar la sordera antes del primer mes de vida para poder iniciar la rehabilitación lo antes posible y que el niño pueda adquirir un desarrollo normal del lenguaje. "Nosotros empezamos a hablar en función de cómo oímos. Si la sordera se detecta a los tres años, el niño no tendrá un desarrollo normal del lenguaje".

Los programas de detección precoz de la sordera deben hacerse antes de los tres meses y el tratamiento se debe iniciar antes de los seis. "Aunque la sordera sea muy profunda conseguimos que, con las técnicas adecuadas, el niño pueda tener un desarrollo normal del lenguaje".

Rivera ha recordado que en los hospitales que tienen estos programas se ha visto que más del 80 por ciento de los niños que han nacido con una sordera profunda han llegado a tener un desarrollo normal del lenguaje.

Las técnicas que se llevan a cabo para el cribado auditivo son las otoemisiones acústicas y los potenciales evocados auditivos. Se trata de técnicas sencillas que se llevan a cabo antes de dar de alta al niño entre el segundo y el tercer día de vida. "En algunas ocasiones, si coincide en fin de semana, las pruebas se hacen antes del mes".

Desde que comenzó el programa ya se han detectado dos sorderas en niños que no tenían factores de riesgo. "Si no los hubiéramos diagnosticado habrían llegado tarde a la consulta, ya que hasta que los padres empiezan a darse cuenta de los problemas auditivos pasan varios meses y la recuperación del lenguaje es más difícil".

Tratamiento
Si a los seis meses se comprueba que los audífonos no son suficientes para llegar a un desarrollo normal del lenguaje, se opta por el implante coclear.

Con el programa se detectan sorderas motoras neurosensoriales, en las que está afectado el oído interno o el nervio auditivo y no son reversibles. Sin embargo, hay otro tipo de sorderas de transmisión. "Se trata de problemas en el oído medio y sí suelen ser reversibles. No son tan graves como las neurosensoriales, pero son importantes, ya que si pasa un año y producen una pérdida auditiva, también se traduce en retraso en el lenguaje".

diario medico
25/07/2005