Un equipo de investigadores identificó qué es lo que sucede en el cerebro de la gente que actúa de forma "excesivamente sociable".
El estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, analizó las diferencias que se encuentran en el cerebro de la gente que sufre un raro trastorno genético llamado síndrome de Williams.
Según los investigadores, esta es la primera vez que se logran identificar trastornos funcionales en una parte del cerebro asociada a la conducta social.
Tal como dijo a BBC Mundo una experta en genética, si se confirma, esta investigación podría ser una herramienta muy importante para el entendimiento de otros desórdenes genéticos como el autismo.
Rara
El síndrome de Williams, que se produce por la ausencia de una porción de uno de los cromosomas 7, ocurre según los expertos en 1 de cada 20.000 nacimientos.
Además de ciertas discapacidades físicas, estos pacientes "tienen una personalidad muy particular, son muy joviales, alegres y comunicativos" dice la doctora Marina Gutiérrez, especialista en genética médica y asesora de la Asociación Argentina de Síndrome de Williams.
El paciente carece de temores a lo desconocido, lo cual lo hace actuar de forma impulsiva en situaciones sociales, incluso con extraños.
Pero esta conducta a menudo se acompaña de una excesiva ansiedad no relacionada a lo social, como miedo a las alturas o a los insectos.
Asustadizo
El equipo estadounidense se concentró en la amígdala, una estructura de forma de almendra localizada en el fondo del cerebro, que se cree regula la conducta social.
Utilizando un escáner de imágenes funcionales de resonancia magnética, el equipo estudió los cerebros de 13 voluntarios sanos y 13 que padecían el síndrome de Williams.
A todos se les mostraron fotografías de rostros enojados o de espanto.
En los cerebros sanos, ver esas imágenes provocó una firme respuesta en la amígdala.
Pero el escáner mostró mucho menos actividad en los cerebros de la gente con síndrome de Williams.
Posteriormente se mostró a los participantes imágenes de escenas amenazantes, como un accidente de aviación, pero en éstas no se veía gente ni rostros.
La respuesta de la amígdala resultó ser anormalmente alta en los participantes con síndrome de Williams.
Tratamientos futuros
Los investigadores subrayan que la interacción social es básica para la experiencia humana y el bienestar del individuo, y las enfermedades psiquiátricas tienen un impacto negativo en éstas.
Estudios como éste, subraya la doctora Marina Gutiérrez, podrían ser una herramienta eficaz en la identificación de las zonas del cerebro asociadas con el tipo de conductas sociales que causan los trastornos genéticos.
"Como muchas enfermedades genéticas todavía estamos en la etapa diagnóstica, pero no tenemos cura", dice la especialista.
"Habría que confirmar los resultados con nuevos estudios", agrega, "pero en algunas patologías, como el autismo, que es todo lo contrario a este síndrome, estas investigaciones podrían brindar una alternativa para terapéuticas futuras".
bbcMundo.com
20/07/2005