Estudio realizó resonancias magnéticas funcionales a 100 jóvenes para analizar la relación entre el cerebro y el amor
¿Es amor lo que sientes por tu pareja o es simplemente una ilusión pasajera? Puede que un futuro sólo bastará con ir al médico y hacer un par de pruebas al cerebro para responder esa pregunta.
Aunque suene extraño y un poco ridículo, un grupo de científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y la Escuela de Medicinal del Monte Sinaí (EU) han realizado y analizado resonancias magnéticas funcionales (IRMf) a los cerebros de voluntarios enamorados. Los resultados fueron prometedores.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, analizó el cerebro de 100 estudiantes que rondaban los 18 años.
Los voluntarios fueron divididos en tres grupos: aquellos que se encontraban completamente enamorados, los que acababan de terminar una relación y los que jamás se habían enamorado.
Cabe resaltar que entre los sujetos de prueba no había grandes diferencias en educación e ingresos económicos.
Luego de realizarse las resonancias, se calculó la homogeneidad regional (ReHo) y la conectividad funcional (FC) del cerebro, con el objetivo de investigar la actividad cerebral relacionada con el amor y enamoramiento.
Los resultados demostraron que los voluntarios enamorados presentaron una mayor actividad en varias regiones del cerebro, especialmente en las que participan en los procesos de recompensa, motivación, emociones y el comportamiento social.
Asimismo, se demostró que las personas que tenían un mayor tiempo de relación con sus parejas presentaban una mayor actividad cerebral en las áreas ya mencionadas.
Los expertos afirman que el estudio proporciona la primera evidencia empírica de alteraciones en la arquitectura funcional del cerebro debido al amor. Además, señala que es posible utilizar IRMf para la investigación del amor romántico. Sin embargo, aún es necesario más análisis y evaluaciones para comprobar sus hipótesis.
elUniversal
24/03/2015