Los avances en la enfermedad del autismo han quedado constatados esta semana en la III Reunión de la Sociedad Andaluza de Neurociencias del Desarrollo celebradas en Cádiz.
No es que los casos de autismo hayan aumentado sino que ahora la detección de la enfermedad es más precoz y los especialistas diagnostican más casos.
De ahí que unos de los temas tratados con mayor interés por los expertos durante la reunión ha sido el de las exploraciones complementarias para un diagnóstico precoz, el cual ha estado fijado entre los 4 y 5 años de vida del niño pero que ahora puede hacerse incluso antes debido a los múltiples avances.
La neuróloga pediátrica Josefina Fornell, que participó en el encuentro, destacó la «importancia del diagnóstico precoz» e indicó que el mejor tratamiento es «el educativo y de conducta, ya que los fármacos son para casos muy concretos, en niños muy inquietos o con déficit de atención, por ejemplo».
Fornell asegura que «observar la conducta del niño y cómo se expresa y se relaciona es fundamental para detectar que padece autismo».
La enfermedad es más habitual en los niños que en las niñas, «tiene un componente genético» y recuerda Fornell que «antiguamente se diagnosticaba como retraso mental o trastornos de déficit de atención».
La formación de los profesionales también es mayor, en un campo donde trabajan distintos especialistas, como neurólogos, psiquiatras, logopedas, psicólogos...
lavozdecadiz.es
8/07/2005