De Valladolid a Becerreá con una parada en Lugo. Ese es el trayecto vital y profesional que ha recorrido Leticia Gutiérrez González, logopeda vallisoletana de 33 años que en unos días pondrá en marcha junto con un psicopedagogo la primera academia de técnicas de estudio de la Montaña lucense. «Dudé entre hacer una ludoteca o algo diferente, innovador... Lo fácil habría sido montar una pista de bolas, pero decidí abrir una academia porque siempre he querido aportar algo a los demás, en este caso a los niños y a los padres del rural», destaca.
-Una academia en el rural ya es novedad, pero además usted aplica una metodología innovadora...
-En la zona rural por desgracia no hay mucha gente que se atreva a hacer algo distinto. Ofrecemos cursos y clases para que los niños mejoren el cálculo, la lectoescritura, la atención... A veces las preocupaciones que tienen los papás y las necesidades que tienen los niños son diferentes.
-¿Cómo trabaja con ellos?
-Tengo mucha experiencia en el ámbito psicosocioeducativo en distintos gabinetes. Muchas veces hay clases particulares que no se aprovechan porque el método de enseñanza consiste en clases estáticas y aburridas... Nosotros usamos una metodología en la que los niños se divierten a la vez que resuelven sin problema cosas complicadas que les exigen mucho a nivel mental.
-¿Podría poner algún ejemplo?
-En los cursos que dimos en Cervantes mezclamos el uso del ábaco con la ortografía para potenciar la atención y la memoria. Nos sorprendimos de que hasta los más pequeños, que aún no saben escribir los números, son capaces de hacer cálculos en el ábaco.
-¿Ayudan a niños con dificultades?
-Muchos de los que tratamos tienen problemas como dislexia; otros no pronuncian la «r»..., y como en la zona no hay nada, iban a Lugo a hacer intervenciones o no hacían nada porque sus padres no podían llevarlos. Estoy encantada de lo que estamos logrando en niños que tenían poca motivación. ¡Incluso se pican a ver quién tiene menos faltas!
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5/01/2015