La hipoacusia ya afecta a chicos de 25 años, antes la media era de 45. Los principales culpables de la sordera, las discotecas y los trabajos ruidosos
Los jóvenes murcianos oyen cada vez menos, mucho menos. La hipoacusia, o pérdida progresiva de la audición, ha pasado de ser una patología propia de personas de avanzada edad a ser muy frecuente en jóvenes de entre 20 y 25 años, en tan sólo una década. La principal causa es la sociedad ruidosa en la que vivimos según Luis Miguel Amorós, jefe del servicio de otorrinolaringología del hospital murciano Virgen de la Arrixaca.
El doctor apunta que, cada vez más, acuden jóvenes a la consulta del centro hospitalario con daños auditivos. La música con un volumen muy elevado, los niños que oyen los walkman más de 15 minutos al día y los bares y discotecas que registran un nivel de ruido que alcanza los 100 decibelios, son los más propensos a sufrir problemas auditivos. Sin olvidar a aquellas personas que soportan sonidos fuertes en su trabajo diario, como empleados de la construcción...
Lo más preocupante de la situación, continúa el otorrino, es que una vez que se comienza a perder oído, el daño es irreversible. El nivel inicial no se recupera jamás y sólo evitar las continuas exposiciones a fuentes de importante contaminación acústica impide que la patología siga avanzando y dañando los órganos auditivos.
El doctor Amorós dice que lo mejor que puede hacer una persona es evitar el ruido y, si no es posible, protegerse lo máximo posible de él. Así, recomienda que las personas que trabajen en un ambiente muy ruidoso se cuiden con tapones para los oídos o con auriculares especiales para minimizar los daños que éste pueda causar.
Aún así, y a pesar de remedios personales, la solución definitiva, según el doctor, es acostumbrar a los niños un ambiente poco ruidoso. Una buena educación en este sentido evitará un envejecimiento prematuro de sus órganos auditivos y contribuirá a una sociedad futura menos ruidosa.
20minutos.es
16/06/2005