La maculopatía disminuye la agudeza visual que se requiere para realizar actividades cotidianas tales como manejar, leer y ver televisión. Es la primera causa de ceguera en la población mayor de 70 años de edad, patología que es posible detectar con oportunidad mediante una fluorangiografía, aunque una medida efectiva de prevención es el consumo de frutas y verduras, especialmente las que contienen antioxidantes y vitaminas.

La especialista en oftalmología del ISSSTE Lesley Farell González también destacó que es una enfermedad común en los derechohabientes que se produce por la acumulación de desechos en el área macular (parte de la retina con la que se observan los detalles), lo que provoca visión distorsionada.

Advirtió que pese a lo anterior, se puede detener el progreso de la patología mediante el uso de antioxidantes y vitaminas contenidas en diversas frutas y vegetales. “Todas las personas mayores de 70 años de edad tienen cierto grado de maculopatía, por ello es necesario que a partir de los 40 años de vida se sometan a una revisión anual por parte del oftalmólogo.

La enfermedad no causa síntomas prematuros, sino que el paciente va perdiendo poco a poco la visión. Con la ayuda de lentes puede mejorar el problema de manera parcial, lo que escondería el problema de fondo, ya que llega el momento en que la mácula se daña de manera severa hasta llegar a la ceguera.

La mácula es una región de la retina situada en el centro del campo visual; es muy rica en elementos nerviosos y tiene escasos vasos sanguíneos. Esta configuración anatómica le permite que la luz que percibe la mácula sea interpretada con precisión y sin mayores distorsiones en el cerebro.

La finísima composición de la mácula la hace especialmente frágil a los trastornos propios de la edad, tales como la circulación sanguínea, que con el paso de los años se torna deficiente, por lo que gradualmente va disminuyendo el aporte de sustancias nutritivas y oxígeno al organismo en general.

Hospitales Regionales y el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del Instituto, para detectar una maculopatía incipiente o progresiva, aplican estudios especiales como la angiografía de la retina o fluorangiografía, que ofrecen una efectividad del 100% en la percepción de alteraciones de los ojos.

Este estudio consiste en inyectar un medio de contraste en la vena y tomar fotografía con una cámara especial para ver directamente el fondo del ojo, ya que mediante el contraste se aprecian las alteraciones oculares.

Al hablar de medidas preventivas contra este padecimiento, señaló que son convenientes las dietas alimenticias ricas en vegetales verdes, ya que aportan importantes cantidades de antioxidantes, vitaminas y vasodilatadores naturales que proporcionan una adecuada nutrición de la retina.

Aclaró que las personas que ingieren grasas y carnes rojas pueden iniciar con la patología desde los 50 años de edad. Todas las personas la van a presentar en algún momento de su vida, más aún si consumen grasas de origen animal, que son las que aceleran el padecimiento.

cronica.com.mx
19/05/2005