Investigadores de la Ohio State University han observado en una especie de ratón que su cerebro se encoge durante el invierno, lo que dificulta el aprendizaje de los animales.
En el "Journal of Neuroscience" explican que estos ratones ven empeorada su capacidad de orientación espacial. Esos cambios en invierno parecen ser un mecanismo para conservar energía.
Journal of Neuroscience 2005;25:4521-4526
20/05/2005