Un nuevo método permite a los niños con dislexia «normalizar» su capacidad lectora, tanto en la exactitud como en la velocidad, mejorando su comprensión de los textos. La herramienta ha sido desarrollada por el profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Murcia (UMU) y responsable de la Sección de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Psicólogos de la Región, Angel R. Calvo Rodríguez.
Calvo lleva años estudiando el efecto de la dislexia, el procedimiento de identificación de los disléxicos y cómo recuperar o mejorar la capacidad lectora de los afectados por esta dificultad neurológica en el reconocimiento preciso de las palabras, algo que afecta a un seis por ciento de la población.
En los últimos dos años, ha implementado un método en el que participan los logopedas de los centros educativos, complementada por una actuación de los padres en casa.
Otros métodos habían conseguido mejorar la exactitud lectora en castellano, de forma que los niños disléxicos que eran bien entrenados «podían llegar a ser mejores» que los que no padecen esta dificultad, pero «seguían siendo terriblemente lentos», con lo que la comprensión lectora «se veía resentida».
En cambio, el método desarrollado por Calvo ha conseguido mejorar no solo la exactitud lectora, sino también mejorar el tiempo de lectura, por lo que se ha logrado dar «un salto cualitativo» en lo que respecta a la fluidez.
Calvo aclara que, hasta ahora, prácticamente ningún estudio desarrollado con anterioridad reportaba situaciones en la que los disléxicos llegasen a normalizar su lectura, pero con este nuevo método se ha comprobado que los niños disléxicos de tercer curso de Primaria, es decir, los más pequeños, «han llegado a normalizar su lectura».
El método
El método de trabajo comienza por una labor previa que consiste en cambiar las atribuciones del menor, para que él vea que no es incapaz, sino que tiene una dificultad que puede resolver. Con ello, se reduce la ansiedad del menor al enfrentarse a la lectura, defiende el profesor.
Calvo señala que los niños disléxicos, debido a un problema de origen neurológico y fonológico, tienen una gran dificultad para crear imágenes ortográficas, es decir, tienen problemas para quedarse con la ortografía de las palabras. Para resolver este problema, el método planteado por este investigador consiste en realizar un trabajo de lectura y análisis de palabras aisladas, que se lleva a cabo segmentando la palabra fonológicamente, identificando las sílabas y viendo cómo sonaría prescindiendo de cada una de esas sílabas.
A continuación, es preciso llevar a cabo un trabajo de índole fonológico y ortográfico, que consiste en escoger una palabra para unir sus sílabas y terminar escribiéndolo.
Calvo pone como ejemplo la dificultad que puede encontrar cualquier persona para escribir el apellido «Schwarzenegger». En este caso, el trabajo consistiría en descomponer las sílabas para que el afectado las busque y las componga. Finalmente, el método desarrollado por este investigador incluye una tercera fase «muy importante» que consiste en cambiar la forma de leer del disléxico.
Leer sílaba a silaba
Y es que el disléxico lee basándose en pistas parciales de las palabras, por lo que identifican las primeras letras y se olvidan del resto. Finalmente le atribuyen el significado de cualquier otra palabra que comienza por las mismas letras pero que les resulta más familiar y les viene primero a la cabeza.
Para cambiar esta lectura «falsamente ortográfica basada en pistas parciales de las palabras», Calvo aconseja hacer una secuencia de actividades para evitarlo. El objetivo es hacer que el niño disléxico lea sílaba a sílaba, con sentido.
Una vez que los niños se han ejercitado con palabras, se les propone un texto a leer. El profesor es el encargado de hacer una lectura inicial y pausada del texto, adaptando su velocidad a la complejidad del documento, sirviendo de ejemplo al alumno. En este sentido, Calvo afirma que «es un error la creencia de que hay que leer rápido, sino que hay que leer de una forma veloz pero adecuándose a las características de un texto».
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21/07/2014