Los padres siempre se están preocupando por el desarrollo de sus hijos. Pero, existen dificultades para el aprendizaje como la dislexia de desarrollo, llamada de esta manera para diferenciarla de la dislexia del adulto, adquirida a partir de un accidente traumático.
Esta dislexia es un trastorno que se transmite genéticamente. A diferencia de otros trastornos, esta dificultad debe existir desde el inicio del aprendizaje de la lectura y escritura, y no mejora de no existir un tratamiento adecuado.
A través de una adecuada evaluación, es posible reconocer si existe este trastorno. De esta manera se podrá orientar a los padres. Además, se deberá informar al colegio para adecuar las exigencias a las reales posibilidades de cada niño.
Quien tiene dislexia y no lo sabe, se encuentra como en un callejón sin salida, ya que por más esfuerzo que realice para superarse, si no conoce las causas de sus dificultades, no encontrará por sí solo la manera de lograr un mejor rendimiento.
La presión de los padres, debido a las malas calificaciones aumenta la frustración y genera aún más desconcierto, llevando al niño a sentirse incapaz de cumplir con las expectativas de sus progenitores
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7/06/2014