Mens sana in corpore sano esta cita latina con la que se pedía a los dioses una mente sana en un cuerpo sano no deja de tener sentido en pleno siglo XXI. Las últimas evidencias científicas muestran que hacer ejercicio, a una edad avanzada, mejora el volumen del hipocampo, el área cerebral relacionada con la memoria y el aprendizaje, en mujeres cuya capacidad intelectual se ha visto mermada con la edad.
Las cifras asustan: un nuevo caso de demencia es detectado cada cuatro segundos en el mundo. Actualmente, unos 35,6 millones de personas tienen demencia y se estima que en 2050 este número aumente hasta los 115,4 millones. Por este motivo, cualquier estrategia enfocada hacia la prevención de este deterioro es digna de ser considerada. La más reciente en este sentido es la propuesta por investigadores canadienses a través de un estudio publicado en la revista British Medical Journal.
El hipocampo se ha convertido en un foco de interés para la investigación sobre demencia porque este área cerebral está vinculada con la memoria y el aprendizaje, pero es muy sensible a los efectos del envejecimiento y al daño neurológico.
Por este motivo, los investigadores valoraron el impacto de diferentes tipos de ejercicio sobre el volumen del hipocampo de 86 mujeres que reconocían haber sufrido un deterioro de su memoria, un factor de riesgo de la demencia. Todas ellas tenían una edad media entre los 70 y los 80 años y vivían en su hogar de forma independiente.
De esta manera, la mitad de las participantes fueron asignadas a sesiones de una hora dos veces por semana de entrenamiento aeróbico (caminar de forma rápida) o a resistencia aeróbica, como sentadillas, ejercicios de equilibrio o con pesas, a lo largo de seis meses.
El tamaño del hipocampo se midió al inicio y al final del estudio mediante una prueba de resonancia magnética, junto con su memoria verbal y capacidad de aprendizaje que fueron evaluados mediante un test validado para tal fin.
Aunque los investigadores pensaban que ambos tipos de ejercicio podía ser beneficioso, los resultados mostraron que el volumen total del hipocampo en el grupo que las mujeres que habían realizado entrenamiento aeróbico fue significativamente mayor que el de aquellas que se habían dedicado a realizar ejercicios de tonificación muscular o mejora del equilibrio.
El deterioro cognitivo es un factor de riesgo de demencia, de hecho entre un 10% y un 30% de los ancianos con este problema desarrollan enfermedad de Alzheimer, mientras que aquellos que no presentan este deterioro tienen una tasa de demencia de sólo el 1-2%.
"Dada la creciente evidencia de que el ejercicio es beneficioso para la salud cognitiva y cerebral, la actividad física debería ser una recomendación para todos los ancianos independientemente de su estatus cognitivo", concluyen los autores de este trabajo, que advierten que deberían realizarse más investigaciones para conocer si el beneficio del ejercicio afecta por igual a los varones.
elMundo.es
21/05/2014