La deficiencia del sistema de enseñanza en la educación pública de nivel primaria, la cual evita retener a estudiantes en un grado cursado independientemente de la competencia académica que adquieran, es un problema que se acarrea hasta las aulas de secundaria, de acuerdo con testimonios de docentes y directivos.

“Tenemos niños sin saber leer en todos los grados de primaria e incluso hasta en secundaria, ese es un problema sabido por todo el mundo”, dijo Ramón Campuzano, supervisor de la Zona escolar 79, que comprende ocho escuelas primarias de la ciudad, y quien tiene experiencia como docente de secundaria de más de 20 años.

Es un fenómeno natural que haya estudiantes con problemas de lectoescritura en los altos grados, es decir, en quinto y sexto, es por ello que la situación se “hereda” a secundaria porque a pesar de la deficiencia se les permite avanzar de nivel.

Aunque la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) indica que durante el tercer periodo educativo a los alumnos se les puede reprobar si no obtienen como promedio de calificación mínima un 6, en la práctica muy difícilmente se retiene a estudiante a punto de graduarse.

“El sistema no quiere reprobados en primaria, ¿qué genera esto? al ingresar a secundaria el índice de reprobación aumenta”, dijo Campuzano y explicó que en el nivel se buscan otros medios, como exámenes extras que engloban conocimientos generales, para lograr que el alumno logre pasar.

Al mismo recurso se accede cuando estudiantes de sexto de primaria y tercero de secundaria reprueban, pues en ambos casos se les aplican exámenes globales “que muy difícilmente pasan los alumnos, por ello los docentes los aplican lo más fácil posible”.

Lo anterior con base en lo que sostiene el proceso de evaluación del RIEB, que entró en vigor el ciclo escolar pasado: “El estudiante acreditará su educación secundaria, cuando: en todas las asignaturas establecidas en el plan de estudios de educación básica para el nivel educativo, obtenga un promedio mínimo final de 6.0, ó acredite una evaluación general de conocimientos del tercer grado de la educación secundaria y se encuentren acreditadas todas las asignaturas de primer y segundo grado”.

Al respecto, Elías Delgado, docente de las secundarias 3003 y 4042, dijo que el retener a un estudiante uno o dos grados es un mal necesario, pero lamentablemente “al Gobierno lo único que le interesa son los millones que gasta al año en niños reprobados, entonces con tal de ahorrarse le pasa el problema a los maestros y nos hace responsables de la situación”.

Es por ello que en las juntas de consejo técnico escolar, las cuales se llevan a cabo los fines de mes, los docentes se han concentrado en exteriorizar los problemas de lectoescritura que enfrentan dentro de los salones y a diseñar posibles estrategias para combatirlos, ya que al no poseer los estudiantes esta competencia tampoco logran un desarrollo académico.

En secundaria los aspectos más usuales que presentan los alumnos van desde mala dicción hasta falta de comprensión lectora, “hay estudiantes en segundo de secundaria que apenas logran deletrear oraciones, mucho menos conocen de gramática”, explicó Elías Delgado.

Los factores que inciden para que un estudiante no adquiera los conocimientos que competen al grado que cursa son diversos, van desde la atención que el alumno tiene en casa hasta el hecho de si no son bien alimentados, pero el problema se agrava cuando independientemente de sus actitudes académicas sigue avanzando de grado, explicaron los docentes entrevistados.

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1/04/2014