Un total de diez textos escolares son adaptados al sistema de lectoescritura braille para la enseñanza de niños y adolescentes no videntes en el país. El emprendimiento es ejecutado por René Ugarte, de 27 años, el nuevo director del Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC).
"Estamos imprimiendo diez títulos de libros escolares para que los niños ciegos puedan aprender en las aulas como lo hace cualquier otro alumno", declaró el joven director del IBC, quien además es abogado.
Como prueba piloto, el instituto adaptó el año pasado el primer libro escolar el texto de Alma de Niño. "Cualquier libro en braille se lee de izquierda a derecha y para reflejar las imágenes o fotos se utiliza un lenguaje de descripción", explica el director.
La experiencia de adecuar libros al sistema braille no es nueva para el IBC, en la biblioteca de la institución está la Constitución Política del Estado, Ley Contra el Racismo, obras nacionales como El tesoro de los chullpas, de Antonio Díaz Villamil; Borrachera verde, de Raúl Botelho, entre otros.
La diferencia de este año es que se adecuarán textos para alumnos de escuelas y colegios, en coordinación con el Ministerio de Educación. Al respecto, el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, afirmó que la colaboración con el IBC tiene tareas referidas. "El Instituto de la Ceguera apoya a los centros especiales con la dotación de libros. Este año tendremos libros para la enseñanza en escuelas".
Aniversario. El IBC es una entidad que se encarga de desarrollar las potencialidades de las personas que padecen de algún tipo de discapacidad visual en el país. El 22 de enero de 1957 se creó la entidad, hoy cumple 57 años y a la fecha tiene afiliadas a 4.731 personas con discapacidad visual en todo el país. El censo 2012 registró que en Bolivia hay 160.208 personas con algún tipo de discapacidad de la vista, el doble del total de ciudadanos con alguna dificultad física o mental. La mayoría se encuentra en el departamento de Santa Cruz con 47.549; le sigue La Paz con 41.216.
Ugarte, que tiene la discapacidad visual desde su nacimiento, explicó que para él fue difícil seguir los estudios en primaria, secundaria y universidad porque no había libros para los ciegos y las condiciones e infraestructura no eran las adecuadas.
"Para mí, al igual que para otras personas ciegas, fue difícil llegar a la universidad. Es mi experiencia, y la de otros, la que no quiero que se repita en los niños no videntes, por eso dentro la planificación quinquenal tengo la adecuación de los textos escolares, universitarios", indicó.
El abogado explicó que usará la tecnología para que su sector se capacite, pero reconoció que necesita de recursos económicos; por ello anunció que recurrirá a organizaciones nacionales e internacionales.
"Hay aplicaciones modernas para que los ciegos podamos chatear, escribir en la computadora. Mi objetivo es adquirir esos programas para que todos los afiliados tengan la posibilidad de mejorar su calidad de vida. Esto lo haré con el apoyo de organizaciones internacionales", aseveró. El IBC también ofrece servicios de rehabilitación, consejería, piscología y trabajo social. Respecto al área de salud, todos los afiliados tienen la atención de la Caja Nacional de Salud.
"De las más de 160.000 personas con alguna discapacidad visual, apenas están afiliadas al instituto 4.731 ciegos. Hago un llamado a las familias en las que hay una persona ciega traerla a las oficinas o llevarla a cualquiera de los centros especializados para que tenga la oportunidad de tener una vida digna", sostuvo.
Los centros para que se rehabiliten
Bolivia
El Instituto Nacional de la Ceguera tiene centros de rehabilitación en La Paz, Cochabamba, Potosí y Tarija. En el resto de las regiones son las gobernaciones o municipios, a través de convenios con organizaciones no gubernamentales, los que dan el servicio.
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30/01/2014