Un grupo de científicos está estudiando la posibilidad de tratar problemas auditivos relacionados con la vejez mediante la estimulación del crecimiento de nuevas células pilosas en el oído interno. Éstas son las responsables de traducir el sonido a señales eléctricas, que los nervios pueden transportar al cerebro.
Un equipo estadounidense dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard descubrió que la eliminación de un gen específico puede conducir a la proliferación de estas células, según informó la BBC.
La pérdida de las células pilosas es la causa más frecuente de las dificultades auditivas en las personas de avanzada edad. La investigación ha sido publicada en la revista Science.
Las células pilosas en la cóclea o caracol del oído interno vibran como respuesta a las ondas sonoras y generan impulsos nerviosos que viajan a la región auditiva del cerebro.
Normalmente, los seres humanos nacen con unas 50.000 de estas células, pero como no se regeneran, su falta provoca problemas de audición en casi un tercio de las personas que llegan a los 70 años.
La pérdida de las células pilosas también puede deberse a algunas enfermedades, al consumo de determinados fármacos y a la cacofonía de la vida moderna.
Los investigadores examinaron la actividad genética durante el desarrollo embrionario del oído interno y concluyeron que podía haber un gen que produjera una proteína con la función de frenar permanentemente la regeneración de las células pilosas.
Un gen específico, el gen del retinoblastoma (pRb), parecería ser especialmente activo. Ratones de laboratorio carentes de dicho gen desarrollaron problemas de funcionamiento del oído interno, debido a la proliferación de células pilosas.
Otras investigaciones mostraron que éstos tenían más células pilosas que los ratones normales, y que las mismas seguían multiplicándose. Más tarde, los científicos bloquearon el gen pRb en las células pilosas del oído interno de cobayas, y verificaron cómo esto hizo que empezaran a regenerarse.
"La eliminación de este gen puede permitir que las células pilosas aún activas se multipliquen", señaló el doctor David Corey, del equipo de investigadores. "Este trabajo podría derivar en una técnica clínica para regenerar las células pilosas perdidas", agregó.
Sin embargo, Corey subrayó que aún se necesitan más investigaciones para refinar la técnica, ya que la simple desactivación del gen en cuestión puede llevar a un crecimiento descontrolado de las células pilosas, que a su vez podrían desarrollar cáncer.
Noticias.com
26/01/2005