La Terapia Asistida con Perros (TAP) benefició a casi 400 personas a lo largo del año 2013, un número muy superior al del año anterior. La asociación Ramalladas es la encargada de organizar las sesiones, casi siempre semanales, en las que participan tanto mayores dependientes como niños con hiperactividad o personas con discapacidad intelectual o necesidades especiales. La terapia con perros, además, también ha obtenido muy buenos resultados en programas de apoyo terapéutico en el ámbito educativo y en salud mental.

El Concello financia estas terapias a través de la Concellería de Medio Ambiente, que en 2013 destinó 15.000 euros a programas educativos. En concreto, la terapia asistida por perros estuvo dirigida a un total de diez entidades como Afaga, Anhida, Aspanaex, la Asociación Doa, Apamp, Foanpas, Alento, Avempo, Aspavi y Feafes.

Las visitas a los distintos centros tienen una periodicidad semanal y una duración de una o dos horas por sesión, siempre en función del número de personas que se podrían beneficiar de la misma teniendo en cuenta que el equipo de Ramalladas selecciona a los participantes en función de que tengan menos opciones de responder ante otro tipo de estimulación o que tengan menores posibilidades de acudir a otro servicio que le aporte intervención terapéutica.



MAMI Y GUIDA

Las veteranas perras de terapia, Mami y Guida, tienen un entrenamiento específico previo necesario para cada intervención y a ellas se sumará pronto una nueva perra adoptada de la protectora de animales de Vigo, Pintas, que está finalizando su periodo de formación y también participa en las sesiones terapéuticas apoyada por Mami o Guida. Además, el equipo está conformado por el educador canino (Juan Freire) y dos psicólogos (Liliana Freijeiro y Pablo Valiño), que son capaces de interpretar toda la información dada por el animal para, siempre con la técnica adecuada, hacer una rigurosa intervención terapéutica, sin olvidar su capacitación para trabajar con perros de terapia.

Así, las dos perras tienen capacidad para interaccionar con los seres humanos tanto para servir de apoyo ?estimular, dar las llaves de la luz, incorporarse a un lavabo, transportar objetos, el manejo de extremidades anteriores con intención comunicativa? como para facilitar información sobre el estado anímico, emocional y físico de los participantes en la terapia.

Además, los perros se dejan guiar pero mantienen su iniciativa y su focalización en la persona usuaria.

www.atlantico.net
28/01/2014