Francisco Soria, Geriatra del Hospital Infanta Elena y Jefe del equipo de Geriatría y apoyo médico quirúrgico del Hospital Sur de Alcorcón, explica que la intención de dicha intervención es “trabajar sobre capacidades que la persona conserva, sobretodo en fases leves de demencia, mejorando la calidad de vida de éste y de su cuidador”.

Entre las estrategias de estimulación cognitiva, se pueden usar las de Orientación en la realidad, destinadas a ayudar al paciente a conectar con el ambiente. “Recomendamos”, apunta Soria, “hablar siempre la fecha del día y la estación, usar frecuentemente el nombre del paciente, discutir sobre eventos recientes, usar el reloj y los calendarios, señales, etiquetas en puertas y cajones o haga preguntas sobre fotografías y otras decoraciones”.

Existen otras estrategias denominadas de Terapia de validación, para buscar empatía y entendimiento de la realidad por parte del paciente a través de sus sentimientos. “En vez de contrastar al paciente con los hechos se le pregunta por los sentimientos actuales del paciente como un intento de que este conecte con la realidad” señala el geriatra.

Los expertos indican que la estimulación cognitiva se puede usar en cualquier persona ya que “todos podemos desarrollar y mejorar las capacidades mentales”, no obstante, recuerdan que “la estimulación tiene un elemento terapéutico para aquellas personas con algún tipo de retraso o deterioro cognitivo”.

Hay estrategias fundamentadas en uso de sudokus y crucigramas que pueden “ayudar” en el contexto de la estimulación cognitiva, mientras que el “brain training” puede tener una “relativa eficacia pero no hay muchas estudios que confirmen su utilidad”. Fran Soria subraya que “existe evidencia consistente de múltiples estudios que confirman el beneficio de los programas de estimulación cognitiva en pacientes con demencias leves y moderadas, sin embargo el problema con dichos estudios es que se trata de grupos de personas muy pequeños y eso les resta peso”.

Y en conclusión, para mantenernos estimulados nosotros, a nuestros mayores y a los pacientes con deterioro cognitivo, debemos procurar la ejercitación de las distintas capacidades mentales pero esto debe estar incluido en el contexto de una rutina sana que permita a nuestros mayores con problemas de memoria y demencia tener una rutina diaria activa. La actividad mental es parte del envejecimiento activo

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15/11/2013