Un equipo de biólogos y médicos del servicio hospitalario Frédéric-Joliot y de la Universidad de París-XII acaba de anunciar que ya está listo un nuevo tratamiento para el Mal de Parkinson, prometedor a priori.
Dirigido por el doctor Stéphane Palfi (del hospital Henri-Mondor, Créteil), este equipo publica ahora sus primeros resultados —obtenidos con monos— en la revista especializada Neuron.
Ya está previsto para los próximos meses un estudio clínico con personas que sufren de formas avanzadas de esta afección neurodegenerativa.
A diferencia del tratamiento que se recomienda a todos los enfermos parkinsonianos, que consiste en administrar medicamentos por vía oral, el método que se acaba de anunciar en Francia consiste en estimular en forma eléctrica una zona externa del cerebro —la corteza— implicada de forma directa en los movimientos del cuerpo.
Se sabe que el Mal de Parkinson es la afección neurológica degenerativa más frecuente después del Mal de Alzheimer. En Francia afecta a cerca de 100 mil personas. Descripto por primera vez en 1817, el Mal de Parkinson es una afección grave evolutiva y provoca serios trastornos. Se caracteriza por temblores y una rigidez creciente, así como por diversos síntomas que tienen que ver con la coordinación, la expresión oral y la afectividad.
Estos síntomas tienen como origen un mal funcionamiento de las células nerviosas, que garantizan normalmente la síntesis de la dopamina. Esta molécula neurotransmisora es indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso central y para el control de la motricidad.
El tratamiento actual medicamentoso permite corregir la frecuencia e intensidad de los síntomas. Sin embargo, con el tiempo, su eficacia se vuelve desigual o se agota y comienzan a observarse efectos no deseados.
Desde hace un cuarto de siglo se estudian diferentes pistas terapéuticas, comenzando por los trasplantes intracerebrales de células fetales productoras de dopamina. Los resultados de estos trabajos, que originaron diversas controversias, no confirmaron de todos modos las esperanzas que tenían los investigadores.
En Francia, el profesor Alim-Louis Benabid, jefe de servicio de Neurocirugía en Grenoble, y sus colaboradores, crearon a fines de los años 80 un original tratamiento para esta enfermedad, que se basa en la estimulación eléctrica de una región cerebral ubicada debajo del tálamo.
Estas implantaciones profundas de electrodos permitieron tratar, de manera eficaz muchas veces y espectacular a veces, a pacientes que sufrían de formas avanzadas de la enfermedad.
De todos modos, se trata de una intervención neuroquirúrgica larga y compleja que exige la colaboración conjunta de varios especialistas altamente competentes. Hoy, sólo unos 10 centros de Francia están equipados como para una intervención de este tipo, que exige además una selección prudente de los pacientes.
Se calcula que 4.000 pacientes podrían beneficiarse con una cirugía de este tipo.
clarin.com
8/12/2004