Para muchos niños latinos, la rapidez o lentitud con que aprenden inglés depende de un diagnóstico: el que determina que tienen dislexia.
Ese descubrimiento es crucial para que a su vez los maestros entiendan que el ritmo del progreso del estudiante con el inglés no está determinado por factores como su voluntad para estudiar o su dificultad con un segundo idioma, sino por esa discapacidad que le dificulta leer y escribir correctamente, dice la doctora Sally Shaywitz, codirectora del Centro para Dislexia y Creatividad de la Universidad de Yale.
Con frecuencia, los niños hispanohablantes disléxicos que aún no han sido diagnosticados, explica Shaywitz, ven cómo maestros y padres atribuyen sus problemas con el inglés al hecho de que no es su idioma materno.
“Hay una tendencia a decir: ‘Ah, ese niño está aprendiendo inglés, por eso está teniendo dificultades’”, dice Shaywitz, quien asegura que ha visto varios casos de estudiantes hispanos en los que los adultos asumieron que el problema de aprendizaje estaba en que el inglés no era su lengua nativa.
Por eso, expertos en el tratamiento de la dislexia consideran que para los estudiantes latinos con esa discapacidad de aprendizaje el diagnóstico temprano es fundamental, tanto para empezar un tratamiento como para evitar problemas escolares.
“Algo que no es tan obvio para algunas personas es que cuando un niño habla otro idioma, por ejemplo un niño latino de Houston, se hace muy difícil saber si es o no es disléxico”, dice Robert Sanborn, presidente de Children at Risk, una organización con sede en Houston que investiga asuntos relacionados con educación y bienestar de los niños.
Sanborn hace referencia a las situaciones en que maestros o expertos escolares confunden falta de capacidad para aprender inglés con dislexia.
“A veces los maestros no saben español, a veces los terapeutas no hablan español, por lo que pienso que los padres deben tener un gran cuidado en comprender que su hijo puede ser disléxico, pero puede no haber sido diagnosticado”, señala.
Cuestión de tiempo
La rapidez del diagnóstico para los niños cuyo primer idioma es el español y están aprendiendo inglés además de cursar sus estudios es crucial porque en las terapias de dislexia se hace énfasis en la “comunicación oral” y “un énfasis en el aprendizaje de vocabulario en los ejercicios de lectura”, explica Suzanne Hall, terapeuta del Neuhaus Education Center, con sede en Houston, especializado en el entrenamiento de terapeutas que trabajan con disléxicos.
“Todo eso ayuda al niño a mejorar su capacidad en inglés”, agrega la terapeuta.
Según el Instituto Nacional de Salud, la dislexia es una discapacidad que causa dificultad para leer y escribir por no poder identificar correctamente la correlación entre los sonidos de las letras y los caracteres que usamos en la comunicación escrita.
Algunos síntomas de dislexia son dificultad para pronunciar palabras, dificultad para aprender el alfabeto y los sonidos de las letras, y muchos errores gramaticales.
“No puede ser curada, pero sí remediada”, señala Hall.
“Si son diagnosticados y tratados de forma temprana, los disléxicos, en su mayoría, cuando se convierten en adultos pueden ser bastante independientes en cuanto a la lectura y a la comunicación escrita pero en muchos casos no serán rápidos”, explica Hall.
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20/10/2013