La Defensoría de la Mujer Indígena (Demi) y el Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi) pretenden aliarse para formular proyectos y ayudar a las personas indígenas con algún tipo de discapacidad en el interior del país.
La titular de la Demi, Gloria Laínez, afirmó que en su experiencia como defensora ha tratado con casos donde mujeres indígenas con hijos con discapacidades, que viven en los departamentos, tienen serios problemas para atenderlos.
Por iniciativa propia Laínez se reunió con las autoridades del Conadi, para intentar llevar ayuda a este grupo de personas, que según la defensora, “es de los sectores más discriminados y marginados del país”.
Otto Mazariegos, presidente de la Junta Directiva del Conadi, confirmó que sí hay acercamientos y que buscan trabajar en desarrollar un plan que de alguna manera lleve un poco de ayuda a las personas discapacitadas del interior.
Mazariegos confirmó que el Conadi no tiene programas fijos en el interior y con el que trata de paliar la situación, es un proyecto de visitadores que les indican a las personas con discapacidad y sus familiares cuáles son sus derechos y a qué instituciones podrían acudir por apoyo.
Reconoció que solo llegan a 18 municipios de manera parcial y que por razones financieras no han llegado a Jutiapa y Chiquimula en oriente, San Marcos y Huehuetenango, en occidente.
Tanto Mazariegos como Laínez dijeron que uno de los primeros pasos que se deben hacer a la hora de firmar el convenio de cooperación es presionar al Instituto Nacional de Estadística (INE) para que en la próxima encuesta se incluya la variable de discapacidad para tener datos reales y confiables que ayuden a desarrollar programas estratégicos porque si no trabajaran a ciegas.
Sebastián Toledo, director de Conadi, indicó que no se tienen datos exactos de las personas con discapacidad, pero se cree que hasta un 10% de la población total del país posee un tipo de discapacidad, sea esta física o mental.
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14/10/2013