96 por ciento de los niños mexicanos que tienen un Coeficiente Intelectual (CI o IQ) superior a 130 puntos pierde sus capacidades sobresalientes antes de llegar a la edad adulta. Esto se debe a que enfrentan numerosos obstáculos sociales como el diagnóstico equivocado, bullying escolar, aislamiento y depresión, que frenan su apetito por aprender.

Andrew Almazán Anaya tiene 18 años y dirige el Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (Cedat), una institución mexicana fundada en 2010 que ha realizado la segunda mayor investigación del mundo sobre el perfil psicológico y cognitivo de niños y niñas con IQ elevado.

“De cada 100 niños con sobrecapacidad, solo el 4% logrará conservar sus capacidades al llegar a la adultez; el resto se pierde en la infancia y la adolescencia porque reciben muchos estímulos adversos”, dice Almazán.

En dos años, el Cedat han diagnosticado a 2,000 niños y jóvenes con IQ superior a 130 puntos en 10 países de América, África y Europa. Además elaboró el estudio Perfil del Niño Sobredotado en México, con 800 expedientes de menores de edad.

El mayor estudio del mundo previo fue elaborado en 1930 por el psicólogo de la Universidad de Stanford, Lewis Terman, con una población de 1,500 niños con CI superior a 130 puntos.

¿Cómo saber si es superdotado?

Existen más de 100 pruebas estandarizadas para medir el CI de un joven. Las más utilizadas incluyen la solución de problemas o tareas de lógica y secuencias numéricas, temporales o espaciales como los llamados: Stanford-Binet Intelligences Scales (SB5), el Wechsler Adult Intelligence Scale (WAIS), el Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC) y Differential Ability Scales (DAS).

El psicólogo Lewis Terman estableció, en 1916, la escala de inteligencia llamada Stanford-Binet que define como superdotado a todo aquel que rebase los 130 puntos en un test de CI, debido a que el 95% de las personas a quienes se aplican las pruebas obtienen entre 70 y 130 puntos.

Estas mediciones no se realizan con la frecuencia que deberían. Según el Cedat, el 93% de los niños que han atendido, previamente fueron diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y algunos incluso habían recibido tratamiento con fármacos.

Ademas, el 80% de los niños sobredotados estudiados por el Cedat para elaborar el Perfil del Niño Sobredotado en México reportó haber sufrido hostigamiento escolar o bullying y en algunos casos (no contabilizados estadísticamente) los menores dijeron que los profesores tácitamente aprobaban las bromas de sus compañeros.

“Muchos profesores, por desconocimiento, llegan a catalogar a estos niños como el criticón o el preguntón y esto es una autorización explícita para que los otros compañeros empiecen a burlarse. A esto hay que añadir que los niños con sobrecapacidad también tienen un desarrollo más rápido de su inteligencia emocional; se dan cuenta más temprano de las agresiones de su entorno y pueden presentar daños a nivel psicológico, baja autoestima y depresión”, indica el directivo del Cedat.

Almazán explica que incluso el apelativo “niños genios” puede ser perjudicial, pues los etiqueta y obstaculiza su integración social. Él concluyó sus estudios de bachillerato a los 12 años y actualmente cuenta con la Licenciatura en Psicología por la Universidad de Valle de México (UVM); Maestría en Educación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y está por concluir la carrera de Médico Cirujano por la Universidad Panamericana (UP).

El director del Departamento de Psicología del Cedat explicó que las evaluaciones para detectar a niños sobredotados se deben realizar a partir de los dos años de edad.

En México puede realizar una prueba de Coeficiente Intelectual cualquier psicólogo que pueda manejar las pruebas estandarizadas; también se pueden pedir informes sobre centros de detección, a través de la Federación Mexicana de Sobredotación Intelectual.

Una familia estimulante: el mejor apoyo

Aunque en las últimas tres décadas ha existido un debate muy profundo acerca de qué es la inteligencia y cómo puede medirse, la mayoría de las teorías psicológicas y sociológicas coinciden en que los procesos cognitivos del ser humano se desarrollan en comunidad.

Para que un niño con capacidades o competencias sobresalientes pueda desarrollarse adecuadamente es determinante que cuente con un entorno familiar saludable que lo deje hablar, participar en una conversación y le dé oportunidades de demostrarse a sí mismo de lo que es capaz, explica la maestra Martha Romay Morales, profesora de la Coordinación de Psicología Educativa, en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Aclaro que no podemos acelerar el proceso de maduración del cerebro y que es muy importante no sobreestimular al niño porque se puede caer en el deseo de demostrar que se tiene a un niño sobredotado. El papel de los padres es determinante para ayudarlo descubrir, explorar y conocer, sin descuidar las precauciones que le permitan madurar a cierta edad”, dijo a CNNMéxico la autora del libro Evaluación del Desarrollo Infantil.

Romay Morales recomienda observar el manejo del lenguaje del niño antes de pensar en una prueba estandarizada de CI, pues aún no hay pruebas diseñadas específicamente para cada población, por ejemplo, la mexicana.

“El lenguaje puede ser una demostración de los procesos cognitivos que el niño está efectuando internamente, lo cual no podemos ver. Pero la estructuración gramatical, el léxico, el tipo de razonamientos, preguntas que nos hacen y respuestas que nos dan, nos pueden demostrar que un niño o un joven tiene capacidades muy diferentes al resto de las personas de su edad”, dice la universitaria.

Para ayudar a que se diseñen políticas internacionales de detección y atención de niños sobredotados se creó en 1975 el Consejo Mundial de Sobredotación y Talento en Niños (World Council of Gifted and Talented Children), donde están representados investigadores, asociaciones civiles y centros de estudio de 50 países.

http://www.quadratin.com.mx
15/08/2013