Se calcula que un 10% de los alumnos de cada aula padece dislexia. Pero el problema no es la cifra. Lo preocupante es que no todos los docentes están capacitados para detectarla. Y que no todas las instituciones educativas de la provincia están en condiciones de generar los espacios y las herramientas para que los chicos sean tratados.
La dislexia afecta la escritura, la lectura y la compresión, y va acompañada por otros trastornos, como la atención dispersa, por ejemplo. No se la considera una enfermedad; sí un trastorno. Y no tiene cura. Pero se pueden generar las herramientas para que el chico pueda convivir con la dislexia sin problemas, explicaron Marcela Hugozzoli, Verónica Podestá y Josefina Herrera.
Ellas forman parte de un grupo de padres de chicos que padecen este trastorno. Y organizaron una conferencia para que la comunidad tome conciencia de la importancia que tiene detectar, diagnosticar y tratar este problema lo antes posible.
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30/09/2013