Las personas mayores con diabetes tienen al menos un 50 por ciento más de probabilidades de tener una discapacidad física que los que no tienen diabetes, según los resultados de una nueva revisión sistemática y un metaanálisis publicado en The Lancet Diabetes and Endocrinology.
Estudios anteriores que examinan el riesgo de discapacidad asociada con la diabetes han producido resultados variables, desde ninguna relación, a una duplicación del riesgo. La nueva investigación es el primer metaanálisis de las estimaciones tomadas de estudios anteriores, que proporciona una más fiable del riesgo probable de la discapacidad asociada a la diabetes.
Dirigidos por Anna Peeters y Evelyn Wong, del Instituto Baker IDI del Corazón y la Diabetes, en Melbourne (Australia) un equipo de investigadores examinó la literatura científica para identificar más de 3.000 estudios que analizan la relación entre la diabetes y la discapacidad. Luego, los científicos lo redujeron a 26 estudios para el metaanálisis, tras retirar los que no eran pertinentes o no adecuados para incluirlos.
Vida diaria
La discapacidad se define en términos de movilidad reducida y discapacidad funcional (deterioro de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, como bañarse o comer, y las actividades instrumentales de la vida diaria, como usar el teléfono, ir de compras y usar el transporte).
En general, el análisis mostró que las personas con diabetes tienen más o menos entre un 50 y un 80 por ciento más de riesgo de discapacidad física, en comparación con las personas sin diabetes. Aunque el estudio no distingue entre diabetes tipo 1 y tipo 2, los autores señalan que la mayoría de los estudios incluidos en el análisis se basa en investigaciones de personas de edad avanzada (mayores de 65 años), entre los que predomina la diabetes tipo 2.
Causas por determinar
Según Peeters, las razones por las que la diabetes se asocia con discapacidad física aún no están claras, aunque han surgido varias ideas. «Es posible que las concentraciones de glucosa en la sangre que experimentan las personas con diabetes pueden llevar a la inflamación muscular crónica, lo que implicaría discapacidad física, y algunos estudios han mostrado que la diabetes está asociada con emaciación rápida y empeoramiento muscular», explica.
Peeters añade que las complicaciones asociadas con la diabetes, como enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y enfermedad renal, pueden dar también como resultado la discapacidad. «A medida que envejece la población mundial, la diabetes se convierte en más común, por lo que parece claro que vamos a ver una mayor necesidad de recursos de salud relacionados con la discapacidad», añade.
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28/09/2013