Los niños sobredotados han sido un sector poblacional olvidado y me parece que incluso desperdiciado en los últimos 70 años en México, debido a la falta de diagnóstico y atención oportunas.
Se calcula que en el país hay cerca de un millón de niños sobredotados, aproximadamente el 3% de la población infantil, según datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellos, un 95% no han sido diagnosticados adecuadamente y por lo tanto sus capacidades no se atienden de manera oportuna. En México, este fenómeno deriva en gran parte de la falta de conciencia social sobre su existencia, además de que frecuentemente se les trata como si tuvieran el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Asperger, autismo, entre otros. Por ello es muy importante realizar un diagnóstico confiable y oportuno, pues se hallará que 2 de cada 3 niños diagnosticados con TDAH realmente serán sobredotados y requerirán un manejo psicoeducativo totalmente distinto.
LEER: Las dificultades para diagnosticar
Los niños sobredotados expresan ciertas características que permiten detectarlos y referirlos para efectuar un diagnóstico. El Centro de Atención al Talento (CEDAT) describió con más de 800 casos este perfil del sobredotado en una investigación que abarcó a menores provenientes de 15 países, entre los que se encuentra México, USA, Canadá, Francia, Alemania, Dinamarca, África del Sur, Argentina, entre otros.
En este estudio se obtuvieron las características más comunes de los niños sobredotados, con las cuales tanto padres de familia como profesores pueden canalizar a sus hijos o alumnos con sospecha de sobredotación hacia las instituciones adecuadas.
El diagnóstico de sobrecapacidad intelectual, según normas de la OMS, exige una puntuación mayor a 130 puntos en una prueba de coeficiente intelectual estandarizada.
En México ya existen metodologías psicoeducativas especiales para sobredotados, como la teoría nouménica, diseñada en el Grupo Alianza Mexicana por la Sobredotación (de la cual el CEDAT es una división), la institución más grande de América Latina de sobredotados y la única reconocida por el World Council of Gifted and TalentedChildren (WCGTC). Este método reunió varias características de modelos educativos innovadores como el basado en competencias, con el aporte de los principios del modelo de Enriquecimiento de Lewis Terman.
¿Quién les puede enseñar a estas mentes brillantes y cómo?
En Europa y Estados Unidos se requiere que los profesionistas dedicados a la educación de los niños sobredotados tengan grados académicos y certificados emitidos por universidades reconocidas o por el gobierno para obtener el permiso de enseñar a niños y jóvenes con sobrecapacidad intelectual. Esta medida evita la intrusión de personas sin experiencia o sin la preparación adecuada, y así se mantiene un alto nivel de atención educativa de la sobrecapacidad intelectual.
En México no existe ningún reglamento federal para regular a las personas dedicadas a la educación de los sobredotados. Solamente se ha emitido una ley (de Salud Mental) que regula el profesionalismo en la aplicación de las pruebas psicométricas. Por ello, la Federación Mexicana de Sobredotación Intelectual (FEMESI), pretende estandarizar un nivel de excelencia, tanto en el diagnóstico como en la atención psicoeducativa de las mentes más brillantes del país, a través de la creación de lineamientos para eliminar la falta de profesionalismo en este campo. La FEMESI ha definido las características que los padres de familia deben exigir para reconocer un centro de sobredotados confiable.
LEER: El niño 'genio' mexicano que quiere ir a Harvard
Según investigaciones científicas, la educación para sobredotados más efectiva debe ser multidisciplinaria, con un alcance no solamente académico sino psicológico, familiar y emocional. En el caso del CEDAT, para cumplir con estos lineamientos de profesionalismo en la educación de sobredotados y de los fundamentos de la teoría nouménica, la institución cuenta con una planta de más de 40 docentes de distintas áreas entre los que se encuentran psicólogos, pedagogos, médicos, educadores, químicos, físicos, astrónomos, historiadores, ingenieros en mecatrónica, economistas, filósofos, entre otros, provenientes de distintas universidades reconocidas entre las que se encuentran la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM). Todos estos profesores participan en el programa emergente de Potenciación Intelectual para sobredotados.
En México existen numerosas oportunidades para el desarrollo de las mentes más brillantes que podrían evitar la fuga de cerebros. En la actualidad, en el país se han desarrollado iniciativas para fomentar el desarrollo de los estudiantes de excelencia académica y futuros investigadores.
Mediante becas y apoyos a los estudiantes de excelencia académica tanto de universidades, como del gobierno (CONACYT, ICyTDF) e instituciones privadas, México cuenta con programas emergentes para la atención de sus mentes más brillantes, lo que se requiere es de tenacidad para encontrarlos y aprovecharlos. En México, un estudiante de excelencia académica tiene más posibilidades que hace 50 años de conseguir una beca de excelencia académica sin importar su clase socioeconómica, debido en parte a la globalización del conocimiento y a los avances en la tecnología, que permiten el acceso casi universal al conocimiento.
LEER: ¿Es posible fabricar mentes brillantes?
Pero lo más complicado es el efecto de la cultura del menor esfuerzo intelectual, en la cual se llega a considerar que es obsoleto desarrollar la inteligencia y los conocimientos, porque con un mínimo socialmente establecido es suficiente. Ese fenómeno sí que podría frenar el desarrollo de México si no se trabaja, por el contrario, una cultura de esfuerzo, tenacidad en los niños y jóvenes para el desarrollo del talento y la excelencia académica.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Andrew Almazán Anaya.
http://mexico.cnn.com/opinion
14/09/2013