La Fundación ACE y Educamigos presentaron un programa interactivo para personas con déficits cognitivos, debidos a trastornos como demencias, Alzheimer o la propia vejez, que sigue a un proyecto piloto que demostró claras ventajas en las personas que lo habían trabajado respecto al grupo control.
Los buenos resultados y el bajo coste del programa 'Smartbrain', compuesto por 12.600 ejercicios de dif que el paciente va pasando a medida que va teniendo reiteradas buenas puntuaciones permitirá que todas las residencias, centros de día y asociaciones de enfermos lo utilicen, ya que está accesible a través de Internet.
Para medir la eficacia del sistema se comparó la evolución de quince personas, que se sometieron a estos ejercicios tres veces por semana durante seis meses y que no estaban siendo medicados frente al grupo control, que sólo recibía medicación con niveles de deterioro similar.
Los resultados, según varios tests como el mini-mental status examination, el ADAS-Cognitivo y el SKT, fueron claramente mejores para las personas que habían seguido los ejercicios, que comprenden actividades de atención, cálculo, gnosias, lenguaje, memoria y orientación. Los pacientes conservan durante más tiempo sus funciones y se consigue un retraso en la evolución de la demencia.
Según explicó el director de la Fundación ACE, Lluis Tárraga, sobre las posibles dificultades de que el formato sea interactivo para unas personas que en ocasiones son muy mayores, en el estudio piloto se comprobó que en casos de déficit leve o moderado el paciente aprende el manejo del ratón.
La directora médica de la Fundación ACE, Mercé Boada, recordó que aunque la mayoría de los ancianos de noventa años españoles son analfabetos, con una escolarización que muchas veces se ha quedado en los cinco años, para los que hacerles recuperar el uso del lápiz y el papel si tienen un cierto grado de deterioro es casi imposible.
Sin embargo, las personas de entre 65 y 75 años sí han ido al colegio en su mayoría, lo que les da mayor capacidad de aprendizaje. Además esta generación se ha adaptado a revoluciones tecnológicas como el mando a distancia, el vídeo o los cambios que han ido apareciendo en la telefonía.
Esta experta subrayó además como una de las grandes ventajas de este sistema, que llega a cualquier lugar donde exista una conexión a Internet, algo que puede facilitar el ayuntamiento de un pueblo donde no haya centro para mayores. El objetivo es que todas las residencias y centros de día accedan a este sistema que creen está quince años por delante de todos los demás.
Se puede acceder al programa a través de Internet con un coste de entre ocho y diez euros mensuales, «muy inferior desde luego al que supone un equipo de pedagogos y educadores», dijo Boada.
Razon.es
17/11/2004