Una conversación en un bar del barrio de Las Delicias. Ahí se encuentra el origen del proyecto que los zaragozanos José Francisco Escolano, de 45 años, y Ernesto Sánchez, de 27, tienen entre manos. El padre del primero padece principio de alzheimer, lo que provoca que en ocasiones, al dar un paseo, no recuerde el camino de vuelta a casa. Cuando se lo contó a su amigo nunca imaginó que serían capaces de encontrar una solución y, lo que es mejor, llegar a materializarla.



Un año después de aquel cruce de comentarios ya han logrado crear lo que unos meses antes sólo era un pensamiento: un localizador con tecnología GPS y de libre desarrollo. Esto supone que cualquiera, siempre que tenga los conocimientos necesarios, puede crear un aparato similar y comercializarlo sin tener que pagar por los derechos.



"Siempre he pensado que el sistema de patentes es erróneo", explica Ernesto, informático y desarrollador del producto. "Mi punto de vista personal es que se debe caminar hacia lo contrario, el 'open hardware'. De este modo se pueden comercializar los productos a un precio justo y, además, no se convierten en algo estático, sino que adquieren un recorrido y evolucionan".



Aunque ya existe un prototipo del 'Custodius Tracker' (de forma cúbica y de unos 50 gramos), su intención es poder reunir algo más de 7.000 euros mediante una plataforma de 'crowdfunding' (capitalización a través de pequeñas donaciones) y así poder fabricar una serie inicial de unos 100 aparatos.



Lo positivo de un desarrollo libre de 'royalties' se encuentra en el precio final de venta. "Existen dispositivos parecidos, pero el más barato cuesta alrededor de 900 euros", señala José Francisco. "El nuestro está pensado para poder venderse por unos 150".



¿Cómo funciona?



El funcionamiento es muy sencillo. Mientras la persona con alzheimer (o con cualquier tipo de problema de salud que pueda provocar que se desoriente) lleva el dispositivo en el bolsillo, éste emite, cada diez o quince minutos, su localización a través de la tecnología GPS. El margen de error es de unos dos o tres metros. Si este sistema falla, el propio aparato triangula la posición en base a las antenas de telefonía. En este caso el radio de posible error aumenta hasta los 15 metros. La batería tienen una autonomía de una semana.



Entretanto, el familiar tiene la posibilidad de consultar en un portal web dónde está su ser querido. "Lo bueno es que, al funcionar a través de Google Maps, el sistema no requiere de una consola adicional, sino que se puede mirar a través de un teléfono con acceso a internet", subraya Ernesto.



Otras aplicaciones



Estos dos aragoneses no quieren que la idea se quede aquí. "Estamos dándole vueltas a la cabeza en busca de otras aplicaciones. Se puede usar en el ámbito del transporte de mercancías o en el de las aseguradoras, en los coches (ante un posible robo), para controlar a un niño pequeño...", concluye José Francisco.

http://www.heraldo.es
14/08/2013