Tratamientos no farmacológicos, como la estimulación cognitiva, la equinoterapia o la reminiscencia (revivir experiencias vividas) son terapias que contribuyen a retrasar el desarrollo de una demencia e incluso pueden permitir atrasar el ingreso en un centro sanitario, entre uno y dos años.
Esta es una de las principales conclusiones de las XVIII Jornadas de Actualización en Psicogeriatría, que organiza el Hospital Sagrat Cor de Hermanas Hospitalarias de Martorell (Barcelona) y en el que participan más de 150 expertos.
El coordinador de la unidad de Psiquiatría del Hospital Sagrat Cor, Manel Sánchez, ha reconocido que "cada vez hay más evidencia de la utilidad de estas terapias" y ha señalado que "el aumento de la esperanza de vida de estos pacientes permite aplicar varias opciones terapéuticas, según la fase evolutiva de la enfermedad".
Este tipo de terapias mejoran los síntomas psicológicos y de conducta asociados a la demencia, como cambios de personalidad o depresión, una mejora de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria y un mayor rendimiento cognitivo.
El Hospital Benito Menni de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), que pertenece a esta orden religiosa, aplica desde 2011 la terapia con animales, de la que se han beneficiado 180 pacientes con problemas de salud mental.
La mejora, según los especialistas, se deja notar tanto en lo fisiológico, con una reducción de la presión sanguínea, como psicológico, ya que dan más seguridad al paciente, y también social, porque mejoran las relaciones interpersonales.
La musicoterapia -que ayuda a recordar aspectos de la vida olvidados por los pacientes de Alzheimer- o la equinoterapia -la terapia asistida con caballos- y la fisioterapia han demostrado sus beneficios, según los expertos, tanto en lo emocional, por la mejora de la autoestima y la seguridad en uno mismo, como en lo físico, porque mejora la estabilidad del equilibrio y del tono muscular.
El coordinador de la Unidad Polivalente Barcelona Norte del Hospital Mare de Déu de la Mercè, Jesús Ruiz, asegura que contribuye a mejorar las funciones cognitivas del paciente.
Ruiz ha dicho que "el hecho de guiar el caballo, hacerle realizar diferentes movimientos y practicarlo en un entorno extrahospitalario mejora el rendimiento cognitivo de estas personas".
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29/06/2013