Las personas con dislexia presentan una dificultad en el aprendizaje a pesar de tener una inteligencia normal. Tal y como explica Cristina García, psicóloga del departamento de neuro-pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, la dislexia influye en la capacidad lectora de gran manera con lo que se dificulta la comprensión correcta de las personas que la sufren.
Dificultades en el aprendizaje
Para que se realice un diagnóstico de dislexia, las dificultades mencionadas deben interferir de forma significativa en el rendimiento académico y en las actividades diarias del niño. La dislexia afecta a la precisión de la lectura y eso se materializa en niños con muchos errores a la hora de leer y con una lentitud en cuanto a la fluidez. De esta manera, dichas dificultades se asocian a una menor facilidad para acceder al contenido del texto que leen y a una falta de compresión, sin olvidar los habituales problemas relacionados con la escritura que surgen también.
Prevalencia de la dislexia
La dislexia es un trastorno bastante común en la población. De hecho, es el trastorno neuropsicológico más frecuente en escolares y se calcula que de cada 20 niños, 4 la padecen. La dislexia es una alteración que afecta a una habilidad y, por lo tanto, no hay una afectación total pero si que se presentan niveles. Respecto a la prevalencia por género, la dislexia es una afectación que se presenta mayoritariamente en varones: por cada tres niños afectados solo hay una niña con dislexia.
Camino al diagnóstico
El motivo de consulta principal de los padres es el fracaso escolar de sus hijos, que suelen pasar por vagos o por distraídos. También se suele acudir a la consulta del doctor por un problema de conducta, por trastornos de ansiedad, por depresión o por alteraciones del sueño. Tras estas señales de alarma puede esconderse un caso de dislexia. Por lo que se refiere a los niños con capacidades altas, su diagnóstico puede retrasarse porque hasta que las exigencias escolares no se complican van aprobando y pasando de curso. Pero su rendimiento escolar deja de ser alto cuando sus capacidades no les permiten llegar a los niveles de exigencia. A excepción de estos casos, el diagnóstico se suele realizar a los 5 o 6 años, es decir, en el inicio de la escolarización primaria donde se empieza a exigir que los niños escriban y lean.
Dislexia y otros trastornos
La dislexia puede confundirse en muchas ocasiones con otros trastornos, el más frecuente de ellos el TDAH. Lo cierto es que ambos trastornos comparten una base genética común por lo que es habitual que un niño con dislexia padezca otro trastorno. De hecho, la dislexia pura es muy poco corriente y casi siempre se asocia a otras dificultades.
Pronóstico
La dislexia es un trastorno que, por definición, persiste a lo largo de la vida. Sin embargo, las consecuencias como la dificultad para leer pueden variar a lo largo de los años y se puede ayudar a que dichas dificultades se atenúen y que influyan menos en la persona. Por ejemplo, si tenemos en cuenta que a una persona con dislexia le falla una de las herramientas básicas para el aprendizaje, la lectura, una opción será buscar alternativas de aprendizaje que no pasen por la lectura.
Tratamiento de la dislexia
El tratamiento de la dislexia debe ser siempre muy personalizado y adaptado a las características del niño. El entrenamiento de la lectura se debe basar en la conciencia fonológica, es decir, que el niño sea consciente de la estructura de las palabras para que llegue a ser capaz de manipularlas. Ese proceso de manipulación le ayudará a hacer la decodificación que constituye la lectura. En el terreno de la dislexia, cuando el niño adquiere el nivel de automatización de la lectura suficiente para acceder al contenido de lo que está leyendo, ya no se puede hacer más por él. Ese automatismo le ha de servir para aprender y para acceder al conocimiento.
Dislexia y genética
Muchos estudios realizados en hermanos y padres de personas con dislexia muestran que el trastorno es heredable en gran medida. Cada vez se está viendo más que la dislexia y los trastornos del neurodesarrollo tiene una base genética de carácter poligénico y multifactorial, donde intervienen muchos genes que interaccionan entre ellos y con el ambiente. Sin embargo, y a pesar de que la genética influya mucho, hay un gran margen de intervención para ayudar a estos niños.
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19/06/2013