Sus conocimientos sobre autismo e hiperactividad han traspasado nuestras fronteras. El neuropediatra extremeño Julián Vaquerizo Madrid, que lleva años al frente de ese departamento en el hospital Materno-Infantil de Badajoz, tendrá el honor de asesorar al gobierno de Obama en estas materias. También ha descubierto una nueva enfermedad.

Ha sido nombrado consultor médico de la Secretaría de Estado de Educación de EEUU. ¿Qué supone eso para usted?

Es un orgullo. Llevo media vida dedicado a la medicina de la educación; a la neurología del desarrollo; del aprendizaje. He tenido mucho vínculo con universidades americanas. Pero jamás pensé que me eligieran, y además por unanimidad de la Federación de Profesores de Educación Convencional e Individualizada. También he sido nombrado miembro de honor de la Fundación Americana de Epilepsia.

¿Por qué de educación en lugar de sanidad, que está más vinculado con su trabajo?

Porque yo intervengo en la parte de medicina del desarrollo, esto es, cómo actúa el cerebro; cómo aprende el cerebro. Desde la Neuropediatría hay una disciplina que es lo que más trabajamos nosotros, que es todo aquello que repercute sobre el aprendizaje: que unas células del cerebro se conecten con otras y haya una multiconexión. En eso es en lo que enfoco mi asesoría tanto en EEUU como en España, e intento que lo aprovechen los niños extremeños.

¿Esos aspectos con qué tienen más que ver, con la hiperactividad o con el autismo?

Es todo un conjunto. Llevo mucho tiempo ligado al tema de la hiperactividad, pero conforme vas profundizando en él, vas enlazando disciplinas y ves cómo ni la dislexia era la ceguera para las palabras ni el fallo en la ruta fonológica del sonido, sino una combinación de los mundos sensoriales. Hay que cruzar los diferentes mundos y trabajar en varias dimensiones, entre ellas la memoria cartográfica o la visión (estamos trabajando la visión periférica, que es lo que ha ayudado a Fernando Alonso a mejorar su conducción o a cualquiera a no chocarse con una puerta; o para chavales que se distraen, trabajamos con un juego de guerra que no produce más violencia, sino que te mejora todo el proceso de planificación y organización). Todo eso, por la contribución de la audiología, de la oftometría, etc. trata de dar una explicación a por qué se lee de una forma; por qué un niño que tiene un retraso franco en la lectura ha tenido también un retraso en el habla, o un trastorno de la motricidad desde pequeño.



¿Pero se refiere a niños autistas o hiperactivos?

En Medicina, para hacer el diagnóstico de un trastorno o una enfermedad hay unos criterios de inclusión, pero también de exclusión. En hiperactividad estudiamos una serie de fenotipos, dentro de un contexto de atención variable, que fluctúa desde la fatiga atencional a la tendencia a hiperconcentrarse. Si eso lo extrapolamos muchísimo es donde estaría el grupo de los autismos. Todos somos un poco impulsivos, un poco dispersos e inquietos. ¿Dónde está la línea entre los que se les puede catalogar de TDAH y no? Pero yo voy más allá, porque no existe el déficit de atención, sino el déficit intelectual.



¿Se pueden corregir la hiperactividad y el autismo?

He difundido un artículo a nivel mundial sobre los cuatro fenotipos de las dificultades del aprendizaje del lenguaje no verbal, con la experiencia de haber trabajando con 9.000 familias en el consumo de nutrientes terapéuticos, o alimentación funcional con ácidos grasos Omega3, donde se demuestra una mejoría considerable del paciente. En los trastornos obsesivos, en los que no había ninguna solución para aquellos chavales que, por ejemplo, se arrancaban el pelo y se hacían auténticas calvas, hemos logrado que en dos semanas desaparezca el problema y además no reaparece. Estos nutrientes, siendo un alimento, hacen la vez de un medicamento, eliminando con ello conductas obsesivas y facilitas el aprendizaje nuevo.



¿Pero sólo sirve para atajar esos trastornos en personas jóvenes?

No. Se ha demostrado que, en individuos adultos que a partir de los 65 años empiezan a tener bloqueos de memoria, aquellos que han tomado un extracto de la grasa del salmón, que es de donde se obtiene el nutriente que utilizamos, con solo dar un paseo de entre 15 a 30 minutos diarios, se reactivan las neuronas. A los que tienen alzhéimer les puede ayudar, aunque no sé en qué medida. Pero sí sabemos que se consigue retrasar el proceso de deterioro.



¿Los tratamientos son individualizados o hay un componente común?

Estamos convencidos de que nuestro sentido nos engaña. ¿La realidad que estamos viendo es la misma para todos? Hay un mundo real, pero hay realidades distintas. Depende cómo se interpreten. ¿Por qué hay pianos con teclas de colores? Porque hay personas que solo interpretan los sonidos como colores (como le ocurría a Mozart con la nota 'fa') y hay test muy sencillos para entender qué chavales van a tener problemas para comprender el mundo social y el mundo real. Va, en definitiva, a interpretar su propia realidad.





Creo que usted ha descubierto una nueva enfermedad.

Hemos conseguido eliminar las esterotipias en al autismo. Los movimientos repetitivos en algunos casos. Los 'tres mosqueteros' como yo los llamo son los ácidos grasos Omega3, el ácido fólico como prevención y el hierro. La carencia de depósitos de este último es la responsable del movimiento periódico de las piernas durante el sueño; o del síndrome de piernas inquietas. Por ahí es por donde hace 18 años empecé a indagar sobre la encefalopatía epiléptica farmacorresistente tras atender a dos hermanos que la padecían y que murieron a consecuencia de la misma. La doctora Briones y yo empezamos a buscar otros grupos familiares y vimos que compartían el mismo gen. Y ahora lo hemos publicado como una enfermedad nueva en una revista del grupo 'Nature'. Es una satisfacción que a través del gen hayamos demostrado que con un suplemento de hierro estos niños se curan de la 'encefalopatía epiléptica con cardiopatía acianoxante'.



También está siendo usted requerido para atender a autistas fuera de España.

Me han pedido atender a niños de Europa y EEUU. Incluso el 'padre' del autismo me ha pedido que el editorial de su nueva revista lo haga yo. Durante el tiempo que llevo vinculado a la asociación de padres de niños autistas de Badajoz, me he volcado con el autismo, porque es algo que va paralelo a lo anterior y sin entender eso no entenderíamos el autismo. El avance conseguido con alimentación funcional basado en la experiencia con 9.000 familias, junto con el test de tolerancia y eficacia del metalfenidato en autismo en preescolares, nos ha permitido lograr grandes avances.



Usted dirige una clínica que ahora ha dado un salto cualitativo. ¿En qué se diferencia?

La Clínica de Neuropediatría también se dedica ahora a la medicina integral y del aprendizaje de niños y adultos. Hemos firmado un convenio con instituciones nacionales, incluida la UNED, y tenemos a estudiantes de postgrado que van a terminar el máster en nuestro centro de Extremadura. Con el componente de I+D que va a tener, pasará a llamarse Instituto Capacitas Universitario de Neurociencias. También tenemos un departamento para la aplicación del deporte y la nutrición que ayude al aprendizaje y vamos a desarrollar una 'ciudad de los muchachos con dificultades del desarrollo y en aprendizaje'

http://www.elperiodicoextremadura.com
31/05/2013