El Alzheimer es una enfermedad degenerativa y progresiva que afecta en gran proporción a personas mayores de 60 años, abarca el 40% de los casos de demencia que llegan a consulta. A pesar de ser un caso de salud pública preocupante, la población no tiene el suficiente conocimiento sobre el tema, por lo que el mejor consejo para las personas cercanas a quienes lo padecen es tener en cuenta que el mejor tratamiento es el amor.
Esta enfermedad es una demencia degenerativa que se caracteriza por la alteración de las funciones cerebrales superiores como la memoria, la atención, pérdida de la independencia y capacidad para realizar actividades de la vida cotidiana sin ayuda. Por lo que se lesiona el núcleo familiar, ya que la persona que desempeñaba el rol de abuelo o padre se convierte en alguien a quien brindarle atención.
Dicho trastorno, cuando se encuentra en fases muy avanzadas se vuelven dependientes del cuidador primario que es aquel que se encarga de darle de comer, peinarlo, vestirlo, bañarlo, asistirlo en su persona, y si no lo tienen cerca se sienten desamparados, tienen necesidad de protección del cuidador a quienes se les llama "ángeles guardianes", los cuales deben documentarse y prepararse para no sufrir gravemente el deterioro que padecerán sus familiares.
Hace más de cien años que a esta enfermedad se le asignó su nombre en Alemania por el médico Alois Alzheimer, quien la describió a partir de la evolución mostrada por una mujer de 51 años llamada Augusta D.
En cuanto ella fallece, el médico realizó una autopsia y encontró en el cerebro disminución de neuronas en las que había ciertos filamentos los cuales fueron descritos por primera vez en la historia.
LA EXPERIENCIA DE VIVIR CON EL ALZHEIMER
Para darnos una idea de cómo es la existencia de una persona con esta enfermedad recurrimos al presidente de la Asociación de Alzheimer de Michoacán, Alfonso González León, ya que su madre cursó por este confuso padecimiento durante casi 10 años.
González León manifestó que "como toda persona cuando a un ser humano le detectan Alzheimer solamente se tiene en cuenta que es un padecimiento de olvidos".
Relató que junto con su hermano, siendo ambos varones, "no sabíamos cómo iba a llevarse a cabo el rol de cuidados de mi madre porque ella se encontraba en la Ciudad de México, cerca de mi él. Sin embargo, no supimos cómo actuar porque a partir del detonante fue muy acelerada su evolución".
Todo comenzó, dijo, con pequeños olvidos, pero como suele ser típico, no le dieron importancia, hasta que el proceso comenzó a acelerarse.
Alfonso González recordó que para entonces habían considerado junto con su hermano, que ya no podía vivir sola, él decidió llevarla a su casa, pero comenzaron los problemas matrimoniales, toda vez que este tipo de pacientes ocasionan problemas involuntariamente en el hogar al registrar conductas repetitivas, y decir cosas falsas o inoportunas.
"Así que en un par de días, tras tener dificultades con su pareja, decide separarse y se van a vivir con mi mamá al departamento de ella, y como no podía estar sola contrata a una persona para su cuidado, mientras él iba al trabajo. Todo esto ocurrió en el lapso de un mes, en el que ella estuvo bajo el cuidado de personas ajenas y sufrimos abuso de confianza, ya que robaron todo tipo de cosas de valor aprovechándose que nuestra enferma no se daba cuenta", relató.
Había días en que a las cuatro o cinco de la mañana recibía llamadas de mi hermano diciendo que mi madre quería hablar conmigo sólo para saber si en efecto la iría a visitar, cuando nunca habíamos hablado sobre el tema, a lo que yo contestaba:
"Mamá, son las cinco de la mañana, estoy en Morelia, deberías descansar un poco... de momento ella entendía pero esto se repetían cada madrugada. Hasta que un día mi esposa preguntó por qué no se venía a vivir a mi casa, sin saber el embrollo en el que estaríamos inmersos, así que acepté".
Siguió su relato: "llegó con mucho medicamento indicado, por lo que comencé a investigar y a documentarme a cerca del tema y aun así se comenzaron a crear conflictos, pero ahora en mi casa, ya que los pocos meses de que ella se había trasladado a Morelia, mi suegra con cierta actitud de celos también llegó también a vivir con nosotros, por lo que la convivencia fue cada vez más difícil. Entonces me di a la tarea de buscar un grupo de apoyo, y al no encontrar quise formar el primero, así que me puse a buscar familiares con personas que estuvieran en la misma situación, pero nadie respondió".
Con el tiempo llegó el momento en el que ella se quedó con la mirada ausente, había que darle de comer en la boca, ya casi no caminaba y cuando lo hacía se caía. Seguía con el medicamento que se le había dado desde la Ciudad de México, y en medio de tanta búsqueda encontré al médico adecuado, entonces el geriatra revisó los estudios que ella traía, la valoró y concluyó que se encontraba completamente dopada, apuró. Por lo anterior, el geriatra le retiró toda la medicación, y a los tres días ella ya hablaba y comía por sí sola de nuevo.
"Así que bajo mi experiencia recomiendo que los enfermos de Alzheimer sean tratados por médicos especialistas, ya sea geriatra, neurólogo o psiquiatra, puesto que muchas veces el médico familiar no sabe cómo actuar," aseveró Alfonso González.
Fue así que ante la experiencia vivida en carne propia, decidió poner una estancia que tiene alrededor de diez años, y donde el primer paciente fue su mamá.
Nuestro entrevistado comentó que en Morelia muchos familiares de personas con Alzheimer se niegan a llevar a los pacientes a un centro de atención de día porque se sienten culpables, "como si los fueran a abandonar".
Algunos por el desconocimiento de la función que desempeñan los centros de día, opone resistencia y generan un conflicto familiar, ya que al no documentarse no saben que son lugares donde los pacientes convivirán con gente en sus mismas condiciones, realizarán diferentes actividades, y estarán vigilados por personal de salud.
Alfonso González León refirió que existe mucha desinformación al respecto ya que se piensa de manera errónea que los enfermos agresivos, algo muy alejado de la realidad. Quienes sufren el padecimiento son como todas las personas, y sólo responden violentamente cuando se sienten agredidos.
Sus reacciones dependen del tono de voz utilizado, de las expresiones del rostro, el contacto visual, no tocarlos por la espalda ya que se asustan fácilmente, por lo que recomiendo tenerles mucha paciencia, explicó.
Por último comentó que existen 36 millones de personas en el mundo padeciendo Alzheimer. Cada cuatro segundos se detecta un caso nuevo, sin embargo en México se presume que existen alrededor de 800 mil personas con este problema pero como no existe una estadística certera "yo me supongo que hay muchos más...".
DATOS CLÍNICOS SOBRE LA ENFERMEDAD
El geriatra Luis Arnulfo García Mena, consultado por este rotativo, habló sobre la detección de esta patología, los datos clínicos, el seguimiento que se le da y tratamiento.
Argumentó que el padecimiento se presenta con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años, aunque existen casos "afortunadamente raros" a los que se les llama de aparición temprana, en los que puede presentarse antes de los 40.
La enfermedad tiene factores genéticos hereditarios, no obstante no todos los descendientes lo desarrollarán, podría presentarse en la tercera o cuarta generación (nietos o bisnietos). Este padecimiento es una alteración donde intervienen varios cromosomas, por lo menos tres pares diferentes.
Generalmente se afecta todo el cerebro el cual envejece comentó, pero primordialmente algunas zonas del hipotálamo. Una de las principales alteraciones es la memoria reciente, en los primeros estadíos. Por ejemplo, se olvidan de lo que comieron, pero se acuerdan de otros datos más antiguos como el nombre del cónyuge o el domicilio de los últimos 20 años. En fases más avanzadas el deterioro es global.
García Mena dijo que existen dos tipos de clasificaciones:
Una se tipifica de la siguiente manera: leve, moderada y severa.
Mientras que la de mayor uso es una más específica que se deriva a siete estadíos, donde
lo más severo se presenta en la última etapa pues ahí pierden la capacidad para alimentarse por sí mismos e incluso se inmoviliza el cuerpo, dejan de caminar por sí solos, están postrados en sillas de ruedas, y no mantienen una postura erguida puesto que se inclinan hacia los lados y se les tiene que sujetar.
Incluso pueden llegar a etapas más dramática, ya que son capaces de quedarse en una misma posición por 24 horas, como si estuvieran "momificados", no pueden mover las piernas o girarse en la cama, puesto que presentan rigidez articular.
Como ejemplo de la evolución patológica sería:
Un ama de casa que cocinaba diario comienza a olvidar las recetas, después cómo cocinar un huevo y más delante cómo ingerir el alimento. No es atrofia muscular aún, sino de la memoria, por lo que se cataloga como deterioro cognitivo severo.
El Alzheimer es parte del grupo llamado "demencias humanas", lo que son una alteración de la memoria, pensamiento correcto, cálculo, conocimiento de las cosas, movimientos coordinados como ejemplo: el deletrear la palabra "mundo" al revés, precisó.
Conforme se ha ido estudiando, ahora se sabe que de cada 10 pacientes con demencia, cuatro padecen Alzheimer, dos tienen demencia multi-infartos cerebrales, dos más por cuerpos de lewy -que es un padecimiento degenerativo también, que se caracteriza por presentar movimientos tipo Parkinson, alucinaciones, las cuales no se presentan en el Alzheimer y por alteraciones severas en la marcha, ya que se caen mucho-. También existen demencias parasitarias como cisticercosis cerebral cuando el diagnóstico ya es tardío.
Igual hay demencias de tipo metabólico por padecimientos de la tiroides como hipotiroidismo, hipertiroidismo o hiperparatiroidismo se manifiestan por alteraciones de la memoria, pérdida de la independencia y alteraciones de la atención.
Para diagnosticar certeramente el Alzheimer, se realizan estudios de neuroimagen como tomografías de alta resolución, resonancia magnética, pruebas de función tiroidea, contra el Sida (complejo-demencia Sida), contra la sífilis y estudios básicos (biometría hemática, química sanguínea, examen general de orina, etc.), porque si se presenta una persona con anemia y al mismo tiempo existe una demencia, se sabe que ésta será provocada por deficiencia de vitamina B 12.
En la actualidad hay diferentes maneras de detectar la enfermedad de primera instancia, el más fácil de practicar -ya que se requiere poco esfuerzo y tiempo- es el mini mental test de Folstein, el cual contiene preguntas completamente sencillas; o por ejemplo implementar diferentes ejercicios como: preguntar el nombre del individuo, mostrar tres objetos distintos y al minuto cuestionar cuáles fueron tales objetos, dibujar copiando un par de pentágonos en una hoja, ponerlos a dibujar un reloj con las manecillas señalando las tres de la tarde, pedir que reste a partir 100 de siete en siete, incluso se encuentran físicos matemáticos a los que les cuesta trabajo realizar este ejercicio.
ESTADÍSTICAS
Según el especialista, el 6 por ciento de la población en México mayor de 65 años es susceptible a padecer algún tipo de demencia, y si llega a los 80 años el riesgo aumenta hasta 20 por ciento. Se calcula que en México hay cerca de 700 mil personas con algún tipo de demencia.
Desgraciadamente, dijo, "en referencia al Alzheimer, en nuestro país las estadísticas son muy deficientes porque se contabiliza junto a las demás demencias".
Ya hablando de Morelia, aproximadamente el 6 por ciento de la población lo padece, se considera que debe haber más de 18 mil personas mayores de 60 años con algún tipo de demencia y la gran mayoría aún no es diagnosticada. Diferentes pacientes que llegan a consulta asisten con diagnósticos erróneos o sin ello, por lo que a estas personas ya están en etapas avanzadas, por lo tanto no hay mucho qué hacer, lamentó.
IGNORANCIA, ENEMIGA MORTAL
Estar desinformados es el mayor obstáculo para poder diagnosticar a tiempo una enfermedad, ya que ésta va avanzando hasta provocar que sea más complejo el tratamiento y lograr una adecuada recuperación.
Luis Arnulfo García Mena argumentó que la mayor causa por la que la gente no llega a consulta a los primeros signos es por falta de información y se le resta importancia a la enfermedad, ya que por ser adultos mayores se cree que es parte de la edad o como la gente coloquialmente le llama: "estar chocheando".
Incluso es causa de gracia y por tal motivo la familia no se da cuenta que estas personas se van olvidando de muchas cosas, como de sus apellidos, dónde vive, la fecha actual, a qué se dedicaba, pasatiempos habituales, recetas de cocina, etc., porque lo consideran parte natural del envejecimiento.
Desafortunadamente la enfermedad tiene mucha raíz genética, por lo que no hay mucho material para prevenirlo, lo importante es el diagnóstico oportuno; sin embargo, siempre hay que tener el cerebro activo, ya que es como cualquier otro órgano que poseemos, porque si no se utiliza tiende a atrofiarse. Si una persona no mantiene en actividad su cerebro, con el tiempo va a pensar más lento, se puede volver más torpe, por lo tanto es de suma importancia realizar crucigramas, jugar ajedrez, mantener el hábito de lectura activo, escribir historias, y actividades que nos sirvan a la población en general como gimnasia mental.
Mientras que a las personas que ya tienen el diagnóstico se les asignan diferentes actividades de acuerdo a las deficiencias cognitivas que presenten. El tratamiento básicamente consiste en la medicación que regula la acción de las sustancias químicas cerebrales para mantener en equilibrio el estado mental del individuo y prolongar así su calidad de vida. Tal medicación debe ser individualizada de acuerdo al estadío presentado por el paciente y las características clínicas que muestra.
Y a pesar de los estudios tan avanzados sobre esta enfermedad, ya que la farmacología ha evolucionado ampliamente en los últimos 20 años, aún no se encuentran los medicamentos suficientes para bloquear actividades progresivas que realizan estas sustancias, ni se ha encontrado la manera de modificar genéticamente los cromosomas que provocan la aparición de esta enfermedad.
Los medicamentos utilizados para el tratamiento son de costo muy elevado (alrededor de mil pesos mensuales), pero por fortuna se contempla dentro del cuadro básico de los sistemas de salud; sin embargo, el Seguro Popular no cubre el costo de este padecimiento. Los efectos secundarios presentados por los medicamentos únicamente serían gastrointestinales.
CUANDO UNA PERSONA COMIENZA A OLVIDAR COSAS SIN IMPORTAR LA EDAD, NO ES NORMAL
Se recomienda que cuando un adulto mayor vaya a consulta se permita que él hable con el médico y no el familiar, ya que es importante los signos que pueda mostrar el paciente al hablar, moverse, corresponder a las preguntas realizadas para diagnosticar algún tipo de demencia.
Aquí es importante señalar que, cuando una persona empieza a olvidar las cosas -tenga la edad que tenga- no es normal, cualquier cosa de la que uno se olvide es dramático y debe llamar nuestra atención.
En la estancia son bañados, reciben cuidados, son alimentados y les cambian pañales en estadíos avanzados; sin embargo, estas personas a pesar de ir olvidando su proceso de vida, dan muestras positivas a estímulos cariñosos, si se les brindó una sonrisa, una caricia, un abrazo, ellos responden del mismo modo.
Por lo que la única manera de sobrellevar esta enfermedad es con base en documentarse, mucha paciencia, voluntad de apoyo al familiar afectado, no olvidarnos de quienes se olvidan y darles todo nuestro cariño, amor y afecto
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25/05/2013