Las patologías funcionales y orgánicas de la voz han aumentado en los últimos años hasta convertirse en el principal motivo de consulta en las unidades de foniatría. Ahora representan en torno al 50 por ciento de los casos atendidos, frente al reparto equilibrado entre problemas de audición, habla, lenguaje y voz que se venía registrando en estos servicios.

El fenómeno se debe a la mayor utilización de la voz como medio de trabajo y al aumento de los cuidados por parte de la población, ha explicado el catedrático Jesús Málaga, jefe de la Unidad de Foniatría, Logopedia y Audiología Infantil del Hospital Universitario de Salamanca. En su opinión, los problemas vocales "siempre han existido, pero ahora su resolución se concibe como algo de primera necesidad, y antes no. Hay una mayor sensibilidad sobre patologías que hasta hace unos años ni siquiera se consultaban".

Los problemas vocales más frecuentes son las disfonías de tipo funcional seguidas de otras de origen orgánico como pólipos y nódulos, y afectan principalmente a profesionales que hacen un uso prolongado de la voz durante su ejercicio laboral como los profesores o los locutores.

Más del 40 por ciento de estos profesionales sufren algún problema de fonación a lo largo de su vida, y en el 20 por ciento de los casos persisten de forma crónica, por lo que precisan atención logopédica, ha señalado Málaga.

El especialista ha explicado que las disfonías funcionales o alteraciones de la voz sin lesión anatómica en los órganos fonatorios pueden ser de tipo hiperfuncional o hipofuncional; en el primer caso, debido a la tensión máxima de los órganos fonatorios, y en el segundo, por un tono muscular laríngeo escaso. El abuso y mal uso vocal están en el origen de la mayoría de estos procesos, que define el perfil del enfermo tipo como una persona que "trabaja con la voz, que normalmente es fumador y hace una mala utilización de la voz en cuanto a tono e intensidad, en muchos casos por no utilizar los medios de amplificación necesarios".

Etiología

El especialista ha manifestado que las disfonías orgánicas o alteraciones de la voz producidas por una lesión anatómica en los órganos de fonación pueden tener un origen multifactorial, siendo muy frecuentes los tumores benignos como pólipos y nódulos, y también los edemas e infecciones. Asimismo, en la base de estos procesos, sobre todo en la formación de pólipos o nódulos, se detecta con frecuencia un mal uso de la voz, ha destacado Jesús Málaga.

Sin embargo, "sólo los casos más graves requieren intervención quirúrgica en los servicios de ORL, pero en todos los procesos, tanto funcionales como orgánicos, es preciso que el paciente cumpla un periodo de rehabilitación foniátrica, a cargo de personal especializado, que va dirigida a la enseñanza de una técnica vocal correcta y comprende pautas de respiración, impostación y uso del órgano fonatorio. Además, se hace hincapié en el consejo antitabáquico y antialcohólico, mientras que las medidas farmacológicas suelen ser mínimas".

El periodo de rehabilitación varía en función de la patología, pero, según Málaga, la recuperación suele ser "bastante óptima". A esto han contribuido de forma muy importante los avances en las técnicas de análisis acústico de la señal vocal, que en la actualidad permiten realizar un examen personalizado de los parámetros normales y patológicos de la voz, además de proporcionar a los especialistas grabaciones del proceso de las cuerdas vocales. Estos medios hacen posible una rehabilitación "mucho más precisa y, por tanto, más correcta".

Ondasalud.com
13/10/2004