Entre 3.000 y 4.000 malagueños padecen párkinson, una enfermedad degenerativa del cerebro que de momento no tiene cura. El neurólogo y director del área de neurociencias del Xanit Hospital, Víctor Campos, lanza un mensaje de optimismo y afirma que el párkinson es la enfermedad degenerativa cerebral mejor estudiada, por lo que se esperan avances importantes en un futuro no lejano. Hoy se celebra del Día Mundial del Párkinson.



-¿Se han dado pasos para lograr retrasar el impacto de la enfermedad?



-Sí. Hay avances importantes tanto en lo que se refiere a fármacos como a estrategias quirúrgicas, así como a aspectos relacionados con la neurorehabilitación, la fisioterapia, la logopedia o la musicoterapia. Hay muchas formas de ayudar a los pacientes.



-¿En qué consiste la operación para combatir el párkinson?



-Es una intervención en el cerebro que mejora mucho los síntomas cardinales de la enfermedad, es decir, la rigidez, la lentitud y el temblor. Además, se consigue reducir los fármacos que el enfermo toma, con lo que disminuyen los efectos secundarios.



-¿Todos los pacientes son candidatos a ser operados?



-Hay enfermos con muchos años que, además de párkinson, tienen otras patologías y que no pueden ser operados. A partir de que paciente cumple 70 o 72 años, los cirujanos no tienen certeza de la eficacia de la operación. La verdad es que son intervenidas cada vez más personas, con unos resultados muy satisfactorios en líneas generales.



-¿Cuántos enfermos hay en la provincia de Málaga?



-En Andalucía hay en torno a 20.000 pacientes; en la provincia de Málaga el número oscila de 3.000 a 4.000 en distintos estadios de la enfermedad. Hay pacientes en una fase muy avanzada y otros en una etapa precoz.



-¿Es una dolencia más frecuente en hombres que en mujeres?



-No. La frecuencia es la misma.



-¿Se conoce ya por qué se produce el párkinson?



-No parece que haya una causa única. Hay un cierto componente genético. Las personas que tienen un gen alterado, si además se unen otros factores (estrés excesivo, una infección viral, un tóxico o no sabemos qué), desarrollan el párkinson. Que se tenga un gen de esos no significa que obligatoriamente haya que padecer la enfermedad.



-¿El párkinson se suele diagnosticar con facilidad?



-Cada vez es más fácil, porque contamos con biomarcadores. Son pruebas que ayudan -aunque ninguna es de certeza absoluta- a hacer el diagnóstico y el pronóstico de forma precoz.



-¿Existen medios para prevenir la aparición de este enfermedad?



-No. Hasta que no seamos capaces de saber cuál es el factor etiológico (la causa) que más pesa no habrá forma de prevenir el padecimiento. Desgraciadamente, es un poco una lotería.



-¿Cómo se consigue ralentizar el padecimiento una vez diagnosticado?



-Disponemos de tratamientos que controlan muy bien los síntomas iniciales y que permiten que la calidad de vida del paciente sea mucho mejor. Luego aparecen otros síntomas que no responden tan bien a los fármacos. No hay que olvidar que estamos hablando de una enfermedad degenerativa que no podemos curar. No obstante, hay estrategias para hacer frente a la enfermedad.



-¿A qué edad suele manifestarse el párkinson?



-Lo normal es que los primeros síntomas se den sobre los 60 años, aunque hay personas que desarrollan cuadros parkinsonianos mucho antes, sin que se sepa bien por qué. Los pacientes empeoran a partir de que tienen 70 0 72 años independientemente de a qué edad comiencen con los síntomas



-¿Cuáles son los síntomas más característicos?



-Sobre todo, la lentitud de movimientos. Esa es la clave para el diagnóstico. La gente asocia el párkinson con el temblor y no es así. El temblor solo es un síntoma que tienen algunos enfermos. Otro elemento característico es la rigidez muscular.



-¿Qué mensaje de esperanza se le puede dar a los pacientes?



-El párkinson es la enfermedad degenerativa del cerebro que está mejor localizada y que mejor se está estudiando. En un futuro no muy lejano, muy probablemente, tengamos elementos para modificar definitivamente la enfermedad. Aunque es difícil hablar de curación, sí que hay mucha investigación detrás.

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15/05/2013