El síndrome de Asperger o trastorno de Asperger es un trastorno neuro-psiquiátrico caracterizado por un conjunto de signos mentales y conductuales que forma parte de un trastorno del espectro de autista.

Se lo clasifica dentro de los trastornos generalizados del desarrollo y la persona afectada presenta dificultades en la interacción social y en la comunicación, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy limitadas y en muchos casos repetitivas.

Se diferencia del autismo infantil temprano porque en el trastorno de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje, por lo tanto no hay retardo en la edad de aparición de las primeras palabras y frases, así como una preservación generalizada de la inteligencia.

La edad de aparición y detección más frecuente es en la infancia temprana, muchas de las características del trastorno se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo, cuando las habilidades de interrelación social comienzan a desempeñar un papel importante en la vida de la persona.

El síndrome de Asperger parece ser el resultado de un mal funcionamiento cerebral, al respecto se sigue considerando que de acuerdo a estudios neuroanatómicos y las asociaciones con los teratógenos indican firmemente que existe una alteración del desarrollo cerebral que tiene lugar poco después de la concepción.

Una migración anormal de las células embrionarias durante el desarrollo fetal puede afectar a la estructura final del cerebro, así como a su conectividad. El resultado es una alteración en los circuitos neuronales que controlan el pensamiento y la conducta.

Entre las características habituales se encuentra la presencia de un deterioro cualitativo en la interacción social, así como de patrones estereotipados y restringidos de comportamientos, actividades e intereses. No hay retraso clínicamente significativo en el desarrollo cognitivo, y tampoco se producen retrasos en la adquisición del lenguaje.

Poseen egocentrismo inusual, con muy poca preocupación por los demás y falta la conciencia del punto de vista de los otros; falta de empatía y poca sensibilidad hacia los demás; No sabe demostrar cuándo le interesa una persona; pésimas relaciones sociales, en los niños o adolescentes torpe interacción con sus compañeros; son muy ingenuos; el individuo con SA se convierte en un excéntrico cuya vida se caracteriza por una rutina rígida y cuyo mundo se podría reducir, a por ejemplo, a colección de sellos; problemas de comunicación con los demás; falta de comunicación no verbal, impasividad; hablan con una voz extraña, monótona o de volumen inusual; tiene actos ritualizados; no respeta normas sociales.

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10/03/2013